martes, 15 de agosto de 2017

momentazo #421: el que siembra...

Siembra (Willie Colón & Rubén Blades, 1978)
FOLK
LATINA - salsa

Resultado de imagen de ruben siembraNueva York, finales de los 70, territorio comanche. El punk tomaba forma en clubs como el CBGB's donde Television, Patti Smith y los Ramones imponían su ley. Una ley muy distinta pero no tanto de la que marcaba el pulso de otros barrios como el Bronx, el East Harlem o Brooklyn, zonas estas con una numerosa población latina que bailaba y vivía según los cánones de la salsa y los ritmos calientes importados de Cuba, Puerto Rico o Panamá. Este era el rico caldo de cultivo del que surgió Fania Records, auténtico instigador de todo el movimiento.





La Fania aglutinaba el grueso de la creatividad de todo eso que se hacía llamar lo latino, era el maná y el santo grial para un buen puñado de nuyoricans con mucho que decir. Entre ellos nos encontramos a un tal Willie Colón, cantante, trombonista y director musical, y a Rubén Blades, cantante y actor panameño de indudable talento. Ambos se unieron el año anterior para un proyecto comunal de cuatro álbumes en los que cambiarían el concepto de la salsa para siempre. Sobre todo en este, el segundo, un "Siembra" que arrasó en las calles por su eclecticismo y su poderosísima empatía en unas letras que hablaban de la tragedia del desterrado, del que vive a las puertas de un paraíso vedado, del que se asfixia entre los prejuicios y la falta de oportunidades. El grito de una sociedad trasplantada que lucha día a día para tirar 'palante'.

"Siembra" arrasó en las calles por su eclecticismo y su poderosísima empatía en unas letras que hablaban de la tragedia del desterrado, del que vive a las puertas de un paraíso vedado, del que se asfixia entre los prejuicios y la falta de oportunidades

"Siembra" no es un disco que se limite a incitar al baile sudoroso, aunque también consigue eso. Ahí está su grandeza: pone sobre la mesa los problemas de una sociedad cancerosa donde el plástico impone su ley y asfixia cualquier conato de autenticidad. También habla de amor, no podía ser de otra forma, y también aporta esperanza en el futuro con una única llave, la educación. Nada nuevo, aunque sí que lo era en un género festivo que siempre había sido tachado de superficial, incapaz de elevarse sobre un hedonismo que amenazaba con hundirlo. Gente como esta pareja fueron los responsables de invertir las tornas y "Siembra" es quizás el responsable principal, o al menos el primero, en dar prestigio a una música que es más que eso, toda una cultura, toda una forma de vida. Hay que escucharlo para creerlo. Hay que escucharlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario