DANCE. El problema con algunas bandas está en el hedonismo excesivo. Al menos para mí. Parece que una banda que se vuelca en divertir no pueda tener la seriedad suficiente para atraer mi respeto. No digo que sea una aproximación perfecta, ni siquiera adecuada. Hay veces que me dan en las narices con mi propia teoría y me la tengo que tragar. Esta no es una de ellas.
El disco empieza realmente bien, lo admito, pero a la mitad de la adictiva "Take Your Mama" me sobreviene una sensación que me va a acompañar a lo largo de su (para mí) extenso minutaje: no es otra cosa que "esto me suena". Y es que si en este ejemplo fusilan la cadencia soul-sexy de Primal Scream, el resto del disco es un viaje a tiempos remotos donde toda la música de baile se teñía de funk blanco y electrónica suave. Hay buenas melodías, de acuerdo, y la transformación de "Comfortably Numb" es sorprendente y efectiva (y ñoña), pero ese aire a lo Rufus Wainwright con el que bañan los momentos "trascendentes", esa épica rock que se les escapa a veces y esa tendencia al petardeo no me enamoran.
Disco valioso en su afán por divertir, delicioso en algún rincón y excesivo en su insustancialidad. Para echar un ratito puede valer…
★★★☆☆
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