Nadie me parará

 Don't Stand Me Down (Dexys Midnight Runners, 1985)

 

 
BLUE-EYED SOUL. Unos Dexys tersos y contundentes se plantan en mitad de la década de los 80 con la que puede ser su obra más redonda. Con esa idea me deja un disco donde Kevin Rowland se muestra excelso, seguro de sí mismo y torrencial, no sólo en la interpretación, sino en la composición y en el noble arte del arreglo. Lo de los músicos es una historia similar. Su aportación suma enteros en términos de sentimiento, elegancia y virtuosismo para, entre todos, redondear un clásico casi intachable.

No quiero sonar exagerado, pero este disco es de una enormidad que te atrapa desde la primera escucha. Una rara avis que consigue eso con canciones de más de siete minutos. Hasta tres suma en su seno un álbum que a pesar de eso no deja de sonar directo y festivo, con un equilibrio en todas sus partes que deja anonadado. Los bajos suenan autoritarios pero no aplastan, sino que dejan aire para los demás; la percusión vibra, los gloriosos vientos te anegan y la voz desbocada de Rowland lo sobrevuela todo en pleno estado de gracia.

Si me presionan mucho quizás me quede con su debut, pero siempre reconociendo que este "Don't Stand Me Down" es mejor en muchos aspectos. Está mucho más hecho y conmueve más. Tal vez acabe perdiendo por carecer de una frescura que al otro le sobra, pero tampoco tengo tan claro que eso sea tan grave. En cualquier caso, chapó para una cumbre de los Dexys y de los 80.

★★★★☆

A1 The Occasional Flicker 5:49

A2 This Is What She's Like 12:25

A3 Knowledge of Beauty 7:03

B1 One of Those Things 6:00

B2 Reminisce Part Two 3:31

B3 Listen to This 3:20

B4 The Waltz 8:33

Total: 46:41