Crossing the Red Sea with The Adverts (The Adverts, 1978)
PUNK. The Adverts son una montaña rusa de histeria desatada. Dentro del punk, ya de por sí expresionista hasta el vómito, ellos añaden un plus de urgencia y caos dentro de unas melodías bien marcadas, pero demasiado gritadas, demasiado explosivas. Así, no es de extrañar que vea en ellos el futuro del pop vodevilesco más desabrochado, Supergrass o The Libertines a la cabeza, además del pestazo del sci-fi punk que linda con el terror gótico de gente como The Horrors o Vanishing.
Si hubieran tenido teclados... No sé, a lo mejor no hubieran sido mejores, pero habrían dejado con poco que decir a bandas tan geniales como The Stranglers. Eso, creo que le da puntos a una música en la que incluso llegamos a echar de menos más solos de guitarra. Cuando llegan, los absorbemos como agua de mayo. Así de sedientos y descolocados nos dejan con este disco que es tralla sobre la tralla, llover sobre mojado... Y claro, así las posibilidades de calar se reducen y lo que surge en nuestros corazones es el deseo de pedir la hora antes de tiempo.
★★★☆☆
Una ampulosidad que, dentro de todo lo mínimo que pregona el punk, va que ni pintada a un grupo de extremos, efervescente y efímero (solo publicaría un disco más de estudio) y cuyo sonido parece reflejar de alguna forma las olas encabritadas a punto de tragarte que podemos imaginarnos al pensar en la travesía del pueblo elegido por Dios. Sí, no es algo apto para cualquiera, por mucho que hayas hecho del rock tu estilo de vida.
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