domingo, 15 de diciembre de 2024

Casa de fieras

Fun House
(The Stooges, 1970)

PROTO-PUNK. Fun House fue un paso adelante decidido y basado en los delicados intereses de Iggy. Su gusto por el free jazz, el funk y la vanguardia logró teñir de negro un disco de rock tenso y abrupto. La inclusión de un saxo beodo y descarrilado en algunos temas añadió voltaje a la tormenta, y el producto que salió se venera hoy como uno de los logros más impresionantes del rock libre y obsesivo. Una joya inmarchitable que yo colocaría en la cima de todo lo que han hecho, de todo lo que se hizo en 1970 y (casi) de todo lo que se hizo en la década. Así de apabullante es este disco para mí. Tan solo hay que echarle un ojo a temazos del calibre de "Down On the Street", "Loose", "TV Eye", "Dirt" o "1970" para confirmar que no exagero ni una micra.

Un trabajazo vertebrado sobre una base rítmica contundente como dios y con una presencia abrumadora que la hace destacar y llevar el peso en todo momento. Sobre este colchón, sencillo pero sólido como el hormigón, pueden desbarrar tanto Iggy con su voz sentenciosa, sus gritos, sus gemidos y sus llamadas a las armas, como las guitarras abrasivas, hirientes y venenosas de un Ron Asheton descomunal. Un trallazo sónico a pesar de los problemas que dieron la colocación de los altavoces y el hecho de que el de bajo no contara con el aislamiento pertinente. Todo esto influyó en que su groove ultragrave hiciera vibrar la caja de la batería. Un problema que se convierte en virtud y acaba incrementando la crudeza y el salvajismo puro de esta obra inimitable.

Por todo esto, la continuación a su poderoso debut no podría hacerse hoy día. El azar fue determinante en su confección y hoy en día nadie deja las cosas al azar. Iggy y los suyos se abandonaron a los designios de la providencia y confiaron en su instinto, en la obsesión del cantante por un Howlin' Wolf que les prestó su espíritu y en unas dotes improvisatorias que pocos esperaban de un grupo tan primitivo. En teoría, porque en medio de toda esta vorágine es bien fácil detectar la finura y la sutileza del ladrido, que también existe. Un ladrido que recorre esta obra maestra y amenaza con una mordedura capaz de descuartizarte. Demasiado para el body en los textos sagrados para ese punk que estaba por venir. Motor City blues!

 


A1 Down on the Street 3:42
A2 Loose 3:33
A3 T.V. Eye 4:17
A4 Dirt 7:00
B1 1970 5:14
B2 Fun House 7:45
B3 L.A. Blues 4:53

Total: 36:24

Este álbum, si sugiere algo, siempre va a ser algo primario, atávico y elemental. Ya miremos a esa portada y su efecto óptico imposible o lo hagamos atronar a través de los altavoces, a mí siempre me va a venir a la cabeza el fuego, el ardor, la flama más ardiente. Ya sea desde las entrañas de un volcán o desde las fauces de un dragón, el segundo disco de los Stooges no puede tener otra conexión que esa.

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