Turn! Turn! Turn! (The Byrds, 1965)
FOLK ROCK. Segundo disco de The Byrds en pocos meses y segunda obra de enjundia. Sigue el brillo eléctrico que dan las doce cuerdas de Roger McGuinn, sigue Gene Clark soltando canciones como si no le costara, siguen las versiones y sigue Bob Dylan en el centro de la diana. Ahora toman dos temas del de Duluth, aunque también coinciden con él en la versión de la tradicional "He Was a Friend of Mine".
Poca novedad, ese sería el resumen de un disco más perezoso y recatado que su debut. Una obra que quizás falle en su enamoramiento de lo gregoriano y de un mojigatismo que me hace pensar por momentos en esas canciones de iglesia que me hacían cantar de pequeño y que ahora me producen pavor. Esa es la cadencia y el sentimiento que supura de piezas como "Satisfied Mind", la mencionada "He Was a Friend of Mine" o la canción titular. En este último caso no debemos olvidar que parten de la tonada de Pete Seeger con la que envolvió versos sacados de la Biblia (del capítulo 3 del libro del Eclesiastés, concretamente).
Por lo demás poca novedad. Canciones brillantes, menos que en su debut, ceja levantada ante lo prolífico de Gene Clark por parte de McGuinn y Crosby, primeras dificultades a la hora de gestionar los egos y todo lo que rodea a un grupo en la cresta de la ola. Un disco que marca el principio de una ruptura que iba a materializarse solo unos meses después con el abandono del barco por parte de todo un Gene Clark harto de que relegaran algunas de sus mejores composiciones a simples caras B de singles. Todo un huracán furibundo en medio de unas armonías extáticas y visionarias. Todo un vergel que estaba ocultando algo mucho más siniestro en su interior.
★★★☆☆
Total: 29:15
La canción titular es una versión de Pete Seeger, el cual a su vez tomó los versos del Eclesiastés en su capítulo 3, versículos 1-15. Una apropiación bíblica que habla de abandonarse a la providencia divina y de lo caduco de nuestra existencia frente a la eternidad de Dios. Conceptos sólidos y clarísimos. Una roca algo indigesta que la música alegre de The Byrds parece querer aligerar de su dramatismo para darle un toque festivo que se acaba agradeciendo. No, no les pega tanta trascendencia."3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó." (Eclesiastés 3:1-15)
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