Tecnodrama en cinemascope

Communards (The Communards, 1986)

TECNOPOP BARROCO. La diferencia de esta edición en CD y la original en vinilo está en que los singles ("Don't Leave Me This Way", "Disenchanted", "So Cold the Night" y "You Are My World") aparecen en su versión extendida. Esto, a pesar de lo que creía a priori, me gusta. Me permite disfrutarlos aumentados en épica, en impacto, en mística. Se sumerge uno aún más en un disco que deleita por frescura y hedonismo, aunque resulta algo plomizo cuando se esfuma ese inflamado "You Are My World". Como si hubieran gastado la pólvora demasiado pronto.

Ahí situaría el mayor problema del disco, en un arrebato constante que, ya lo sé, es lo que mejor le va a la voz de un Jimmy Somerville decidido a resucitar el espíritu de los castrati. Pero eso no quita que haya un exceso de drama en un disco que no deja de ser un ejercicio de estilo muy bien ejecutado, pero algo predecible. La producción podría calificarse de neutra, un trabajo pensado para no equivocarse, pero que no arriesga en absoluto. Un sonido más que institucionalizado y que hace que el disco pueda quedarse perfectamente como ruido de fondo.

En cuanto a los palos que toca el grupo, pues un batiburrillo muy gustoso y muy sosete, según la canción y tu estado de ánimo. Desde los lieder barrocos a Broadway y el tecnopop más bailongo, todo tiene cabida en un compendio que busca hacerle el traje más apropiado a la voz de Jimmy, pero que ofrece pocas emociones en un recorrido escaso que no puede ir más allá de un agrado que no deja de ser positivo en su acogedora tibieza. Puede que sea su mejor disco, eso sí.

★★★☆☆

A1 Don't Leave Me This Way 4:50

A2 La Dolarosa 2:43

A3 Disenchanted 4:13

A4 Reprise 5:22

A5 So Cold the Night 5:45

B1 You Are My World 4:29

B2 Lover Man 3:52

B3 Don't Slip Away 2:58

B4 Heavens Above 3:59

B5 Forbidden Love 4:57

Total: 43:08

 

 

Jimmy Somerville nunca ocultó su homosexualidad. Mientras otros iconos como Freddy Mercury, Boy George o Elton John mareaban la perdiz respecto al tema, él siempre fue muy claro y su militancia con el movimiento LGTB y la escena gay londinense le hicieron uno de los referentes de la lucha por la igualdad.

 

Todo eso era muy difícil separarlo de su música. Sus videos musicales, su falsete impúdico, sus movimientos sensuales... Todo en Communards era una reivindicación constante. Eran los 80 y había todavía muchos muros que derribar, pero gente como Somerville o Neil Tennant (Pet Shop Boys) entre muchos otros conseguían crear un aire de optimismo que hoy en día se ve frenado por el auge de una ultraderecha que está consiguiendo normalizar ideas y actitudes que algunos creíamos más que superadas.

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