Head (The Jesus Lizard, 1990)
POST-HARDCORE. Mac McNeilly entra en el grupo con sus baquetas y todo cambia. Para mejor, por supuesto. El poder disponer de un batería se traduce en un dinamismo con el que no podían ni soñar en su EP de debut. La rueca perfecta con la que tejer la telaraña rítmica en la que se convirtió la música del combo ya más que asentado en Chicago.
Una telaraña, fabricada junto al bajo inmisericorde de David Wm. Sims, que se muestra tan sólida como elástica. Una base pegajosa y acerada sobre la que Duane Denison puede practicar sin miedo sus piruetas eléctricas a las seis cuerdas. Y una red lo suficientemente fiable para las acrobacias vocales de David Yow. Por supuesto no llamo cantar a lo que hace con sus cuerdas vocales. No podría describir así a tamaña aberración.
En definitiva, Head es un paso adelante decidido y valiente. Una muestra mucho más hecha y decente de los poderes del ahora cuarteto. Entendiendo por decencia cosas que pueden estar en las antípodas del término. Todas esas cosas pegajosas, ruines y apestosas que pueblan las letras expresionistas de todo un poeta de la mierda. Pero ¿es que hay una forma mejor de retratar la inmundicia moral y material en la que nos movemos a diario?
★★★★☆
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