MADCHESTER. Un grupo fundamental para entender el pop de las islas británicas, James se formaron en la tercera ciudad del Reino Unido bastante antes de la explosión de ese Madchester que la puso en el mapa. Coetáneos, pero más bien hermanos mayores, de Happy Mondays o The Stone Roses, de alguna forma sentaron las bases del sonido hedonista y expansivo que supuso la seña de identidad del movimiento. Y eso que en sus orígenes se les endosaba la vitola de sucesores naturales de The Smiths, algo mucho más serio y poético de lo que acabaron siendo.
Lo cierto es que lo suyo lo veo demasiado grave como para viajar en el misimo vagón que las bandas mencionadas. Una alergia a tomarse a broma a uno mismo que los emparenta más bien con cosas de la sobriedad hipertrofiada de Simple Minds o U2 más que otra cosa. Y algo que tampoco les hace demasiada mella si los escuchamos ahora, tantos años después. Con esta perspectiva, James gana sus buenos puntos. No hay más que compararlos con popes más contemporáneos de nuestros días como Coldplay o The Killers para darse cuenta de que en los de Mánchester hay unas dosis de verdad y encanto que no podemos pasar por alto. Unas dosis pequeñas, todo sea dicho.
Luego está en uno mismo el tomárselos demasiado en serio o no. Que a ellos les encantaría, no me cabe la menor duda. Por todo esto, si necesitas enchufarte a lo que pasaba en las islas en los 80 y los 90, pararse con este grupo puede ser bastante necesario y ¿por qué no empezar por este recopilatorio? Ya depende de ti el que quieras profundizar o quedarte con esta hora y pico. Por mi parte, como he dejado entrever en estas palabras, con esto tengo más que suficiente. Hasta diría que me sobra un poco.
★★☆☆☆
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