lunes, 31 de marzo de 2025

Perdidos en la tormenta

Lejos del puerto (La Dama Se Esconde, 1990)

POP MELANCÓLICO 2.0. Nacho Goberna e Ignacio Valencia aprovecharon el éxito comercial de Coge el viento (1989) para crear a su rebufo el que puede ser fácilmente su disco más personal. En lugar de aprovecharse de ese éxito para reincidir en los lugares comunes, se aferraron a su inquietud artística para expresarse de una manera más calmada pero más intrincada, más serena pero más recóndita, con una acentuación de las instrumentaciones que antes habían sido más accesorias para formar ahora la columna vertebral de su sonido.

Saxos y pianos no acaban de alejar esto del rock, pero sí que le añaden unas tonalidades más eclécticas para jugar con la melancolía que siempre había sido su principal nutriente de manera que quepan cosas como lo latino, el jazz y nocturnidades varias que acaban ampliando su espectro hasta límites insospechados. Todo detallado al milímetro para espolear unos sentimientos a flor de piel que son aquí más epidérmicos que en ningún otro disco de La Dama Se Esconde.

Tanto que también se pasan tres pueblos con el sentimentalismo. Si en el disco anterior pocas canciones dejaban de incluir el vocablo ilusión en su letra, aquí hacen lo propio con una pasión que llega a formar la columna vertebral de todo lo que suena y todo lo que sucede en el álbum. Una palabrita que ya me cuesta pensar que pueda usarse debidamente para escribir poesía y que en muchos momentos de este trabajo llega a ser casi cacofónica. Algo que no consigue desbaratar las firmes costuras de un registro impecable en tantos aspectos que acaba superando incluso un hándicap tan dañino y ruinoso.

★★★☆☆

A1 No tienes otro sitio donde ir 3:24 ✔
A2 Mil flechas 3:00
A3 Color pasión 4:45
A4 Mano amiga 4:46
A5 Lejos del puerto 3:42
B1 Hay amor 3:44
B2 Late un corazón 4:08
B3 Culpable 3:20
B4 Ciudad fuego 4:23
B5 ...En alta mar... 4:54

Total: 40:06

No me hace falta basarme en lo que sé de La Dama para la asociación que propongo. La portada es cristalina al respecto. Sin embargo, he de reconocer que el saber del gusto de Nacho Goberna por Tolkien, del cual dio buena cuenta en su EP de debut, Avestruces (1985), me hace ya imposible el pasar por alto la similitud, forzada para cualquiera ajeno al tema, admitámoslo, entre la mencionada portada y el Ojo de Sauron, que vigila implacable a los hacendosos aventureros de El Señor de los Anillos (J. R. R. Tolkien, 1954).


Poco más, aparte del paralelismo pictórico o alguna referencia ecologista, encuentro a la hora de establecer tal conexión. Pese a ello, aunque es una comparación torpe y simplona por mi parte, no tengo más remedio que mencionarla. Espero que sepan entenderlo.

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