sábado, 1 de agosto de 2009

el proceso... de orson welles


Orson Welles se enfrentó en 1963 a la tarea de adaptar al cine El proceso de Franz Kafka. Proyecto nada fácil por lo abstracto y mágico de la novela. El cine siempre concreta y da forma a lo que imaginamos y en este caso se antojaba muy complicado dar forma al caos lógico, al mundo onírico que dejó Kafka en su obra maestra. Y a pesar de todo, Welles da con la tecla entregando una película poderosa en la que entremezcla elementos del libro, otros sugeridos solamente e ideas de cosecha propia que solo pueden salir de una comprensión completa de la obra. De eso se trataba creo yo. No de una mera reproducción sino de una creación a partir de un material sublime.

En primer lugar se aprovecha de la indefinición temporal y espacial de la historia original para situarla en un entorno borroso e impreciso pero claramente posterior a la época en la que Kafka vivió. La presencia de un primitivo ordenador en la película, las vestimentas y algunos edificios así lo atestiguan. Welles se queda con la claustrofobia, la desesperación, la lógica endiablada, senil y demente del sistema judicial, de la existencia misma y añade reflexiones propias o transformadas que no aclaran pero ayudan a ordenar las ideas. Por lo demás, la recreación es bastante fiel salvo los detalles mencionados y un final ligeramente retocado. Queda patente además la misoginia y la tensión sexual que exudaba la novela con esos retratos femeninos implacables y terribles.

Lástima que por no mostrar a un judío "ajusticiado" de forma tan miserable (el holocausto estaba cerca aún) cambiara el final perdiendo la fuerza seca y rotunda del libro. De todas formas se permiten lecturas interesantes para dicho cambio; a saber, la falta de decisión y coraje del ser humano a la hora de ejercer de verdugo no como una forma de humanidad sino de repulsión ante la muerte y ante el horror de comprobar lo negro de nuestra alma.

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