viernes, 9 de abril de 2010

the velvet underground (1): terciopelo, distorsión y gafas de sol


Ya lo dije de los Stooges y no quiero sonar repetitivo pero es que con estas bandas es imposible quedarse corto. Lo diré aun a riesgo de ser pesado (y obvio): The Velvet Underground será por siempre EL GRUPO. Por carisma, simbolismo y sonido. Tratar de desmenuzar sus aventuras y pretender decir algo nuevo es una utopía porque estos chicos que pusieron la música y la industria patas arriba a finales de los 60 y principios de los 70 se han convertido ya en un icono. Como sus portadas, sus muros de ruído blanco, su indolencia y sus gafas de sol. Sobre todo sus gafas de sol...

Su producción discográfica fue escueta. Al menos la que editaran en vida. En ella se puede trazar una línea en el medio muy clara. Andy Warhol vio un diamante por pulir en ellos cuando ningún otro hubiera dado ni medio centavo. Así, los embarcó en un espectáculo itinerante ideado para la ocasión. Las proyecciones y las luces estroboscópicas del Exploding Plastic Inevitable necesitaban una banda sonora y el grupo sería el idoneo para proporcionársela. Así fueron fogueando el repertorio que formaría parte de su debut, The Velvet Underground & Nico (67).

Después del éxito superlimitado de su estreno, Lou Reed y cía. decidieron partir peras con Warhol y echar a Nico. Algo les debía quemar dentro para que se liaran la manta a la cabeza y parieran la aberración que fue White Light/White Heat. En palabras de Cale, no hay belleza en este disco. En el anterior se podía intuir algo de ella, pero no aquí. Es lo más próximo a la antibelleza. Buena definición para este suicidio comercial que redondeó una dupla (esta vez de verdad) inigualable.

Una pareja de ases: "Venus in Furs" y "Lady Godiva's Operation".

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