viernes, 21 de mayo de 2010

Electric shock


★★★★☆
 Sydney, NSW, Australia

Lo mejor es empezar sin rodeos. Señoras y señores, una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos: AC/DC. Los australianos van a por las cinco décadas empecinados en su labor obsesiva con el rock como bandera y objetivo. 

Desde que empezaran en los primeros 70 ha llovido mucho, pero su música y actitud se mantienen inamovibles e incansables. Y eso que han pasado cosas que desestabilizarían a cualquier grupo. Sin duda la más importante fue la desaparición de su primer vocalista y líder, Bon Scott. Este hecho marcó un antes y un después en el devenir de AC/DC. Y no se trata de menospreciar la encomiable labor que Brian Johnson inició tras su muerte. Sin embargo, para ser honestos y claros, solo indicaré que la etapa de Scott me parece la más brillante y la que los hace dignos de entrar en los libros de historia. Lo de después ha ido en claro declive y difícilmente se les podrá calificar más allá de un buen grupo con un directo más o menos espectacular. Con Bon se perdió mucho. No solo su actitud en el escenario, entre socarrona y dominante. O esa forma de cantar como una vieja cabreada. No solo ese vértice compositivo que, junto a los hermanos Young, dejó joyas inmortales que destacan entre todo el repertorio del grupo.

Los quisieron vender como punk con la imagen de colegial de Angus Young, pero en cuanto los oías no engañaban. Lo suyo era el rock & roll clásico con distorsión y sudor. Lo suyo era adorar a Bo Diddley y Little Richard, el blues seco y el rhythm & blues de apisonadora. Son dueños y señores de algunos de los riffs más adictivos, de los solos imposibles y absolutamente apabullantes, de la energía y del rock & roll diabólico. Pasen y vean el legado de unos dioses del rock incomparables.

UN DISCO

Highway to Hell (1979)

Están por ahí cosas de la talla de Back in Black (1980) o Let There Be Rock (1977). Directos de la potencia sudorosa de If You Want Blood You Got It (1978). Todos con su legión de acólitos y seguidores de fe inquebrantable. Da igual. Todo el mundo lo sabe en el fondo de su alma negra. Su mejor disco y uno de los más clásicos de la historia iba a ser la despedida de Bon Scott de este mundo. Sobran las palabras para describir la gloria de temas como "Highway to Hell", "Girls Got Rhythm", "Shot Down in Flames", "Beating Around the Bush", "Touch Too Much", "If You Want Blood (You've Got It)" o "Night Prowler". Me dejo pocos y lo hago con esfuerzo. Insuperable y casi inigualable. Y si alguien lo niega, merece arder en el infierno para la eternidad.

EN DIEZ CANCIONES: Electric Shock

1. "Rocker" (1975)

Un levantamuertos. El rock & roll hecho carne por obra y gracia de Little Richard, Bo Diddley y lo más fiero de un boogie metal con el que tocaron el cielo. Infaltable en directo.

2. "Jailbreak" (1976)

Para mí su mejor canción y la que mejor encapsula la esencia del grupo. Un riff cortante que te invita a mover la cabeza hasta desencajarte el último hueso de tu cuerpo.

3. "Let There Be Rock" (1977)

La catarsis de lo que el rock tiene de ceremonia. Que se haga la luz para que tengamos la electricidad. Esa es la plegaria que vertebra una canción que serpentea entre espasmos de guitarra, silencios, pausas melódicas y un ritmo metronómico que son material de estudio y devoción por siempre jamás.

4. "Whole Lotta Rosie" (1977)

La electricidad debe ser esto para los australianos. Su amor eterno, la tía con más cojones del universo, una puta barata con la que siempre hay que tener mucho cuidado y a la que es imposible no amar hasta el tuétano de tu alma.

5. "Highway to Hell" (1979)

Este es el himno por antonomasia de AC/DC. La canción por la que los conocen todos, rockeros y amantes del reguetón. Por eso, aunque me lo he pensado un poco, no podía dejarla fuera. Porque los representa y es una de las piedras de toque para cualquier guitarrista o vocalista que se precie de serlo. Imprescindible y para la historia.

6. "Touch Too Much" (1979)

Pasión y épica del alma. Otra cara de unos AC/DC que aquí suenan con un ardor y una emotividad especial. Será por eso que este tema es diferente y único dentro de su canon.

7. "Night Prowler" (1979)

El arrastre y la oscuridad asesina del blues en esta narración de un auténtico emulador de Jack el Destripador. Tiene algo de esa "Midnight Rambler" (1969) de los Stones. Y mucho de ese blues oscuro pensado para estallar a fuego lento alrededor del cual está construída en su falsa lentitud.

8. "Hells Bells" (1980)

Seriedad extrema. El luto lo invade todo en esta apertura de las puertas del infierno en honor del recién desaparecido Bon Scott. Campanas vapuleadas a orillas de un Estigia que arde con la llegada de uno de los mejores vocalistas de la historia del rock. Hasta siempre Bon. Bienvenido Brian Johnson.

9. "Back in Black" (1980) 

Seguimos con los fastos en honor del hermano perdido. Esta vez, con la que puede ser la canción más radiada del grupo tras "Highway to Hell". Todo un homenaje a la síncopa, la pausa y el alma en un puño. Vuelven de negro y, aunque nunca van a ser como antes, van a intentar sonar como nunca.

10. "You Shook Me All Night Long" (1980)

Y acabamos con la ligereza de un rock & roll soleado y vibrante. Nunca habían sonado tan luminosos ni tan cercanos al pop. AC/DC celebran la vida desde su disco más lúgubre y sobrio. ¿A rey muerto, rey puesto? Bueno, más bien, necesitamos demostrar que seguimos estando vivos.

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