martes, 7 de diciembre de 2010

El blues de isaac

Nick Cave, el emperador de lo oscuro, afiliado a una carrera incomparable en la que cada proyecto se cuenta por un éxito (artístico). Pocos artistas pueden jactarse de haber influido tanto desde ángulos tan diferentes. 

Herido por el post-punk se inició en The Boys Next Door en 1977, banda hoy de culto que le sirvió de aprendizaje y con la que entregó un disco largo y un EP como mínimo interesantes. Todo esto fue el anticipo de su primer impacto serio con The Birthday Party, iconoclastas inflamados por el poder divino. Aunque hoy se valoran al alza, hay que admitir que el éxito de verdad le vino con sus Bad Seeds. Es la banda con la que ha tenido una carrera más larga y coherente. El grupo con el que ha entregado el rosario de discos por el que será siempre recordado. Parecía que se iba a jubilar con ellos, pero este culo inquieto necesitaba un poco del veneno de antaño, sobre todo después del rumbo lírico que estaba tomando con el grupo desde mediados de los 90. Así surge Grinderman, el triturador. Con dos discos ya ha demostrado que no ha perdido ni un gramo de turgencia blues. Rock putero y directo. 

Un auténtico festín que cierra un círculo de fuego y que se antoja como una muesca más en el revólver de un artista total. Novelista, poeta, compositor de bandas sonoras, guionista e incluso actor ocasional. Nick Cave es un islote inaccesible, un señor y un pecador irredento. Es todo aquello que quisiéramos alcanzar. En nuestras peores pesadillas.

3
4 básicos

Prayers On Fire (81) ****
De cuando estaba en The Birthday Party. Estas oraciones ardiendo destacan por su urgencia post-punk, sus coqueteos con la atonalidad y la disonancia y sobre todo por su fiereza. Un tratado que vomita el banquete podrido de The Pop Group sobre una audiencia ávida de sensaciones extremas y auténticas. Muchos fueron los que recogieron el testigo. El mismo título iba a ser premonitorio en futuras obsesiones bíblicas del australiano. Esencial y suicida.

Una copla: "King Ink"

Your Funeral... My Trial (86) *****// Let Love In (94) ****
De su época Bad Seeds escogemos dos. El primero es su obra maestra. Los toques líricos no manchan apenas la truculencia de historias llenas de fango y sangre. "Stranger than Kindness", "The Carny" o "Hard On For Love" marcan el camino. "Sad Waters" o "Your Funeral, My Trial" imponen su romanticismo negro. Y entre todos construyen un disco histórico.

El segundo constituiría la última tormenta de los Bad Seeds. Al menos en el sentido en que los conocíamos. La melancolía crooner va ganando terreno en gemas de la talla de "Let Love In", "Nobody's Baby Now" o "Lay Me Low". Sin embargo la virulencia del amor y sus alrededores se alza orgullosa en monumentos inapelables como "Do You Love Me", "Loverman" o esa impagable "Red Right Hand".

Una copla: "Your Funeral, My Trial" // "Do You Love Me"

Grinderman (07) ****
El último proyecto paralelo de Cave no supone un abandono de la banda madre. Tampoco es un simple divertimento sin fundamento. No es eso al menos lo que se deduce de los blues sangrientos que parecen reclamar un algo que muchos creían perdido por parte de este artista totémico. "Get It On" o "No Pussy Blues" por mencionar un par, son cosas muy serias. Y el segundo disco del combo no rebaja la calidad ya apuntada. Para quedarse.

Una copla: "No Pussy Blues"

la mejor canción
"(Are You) The One that I've Been Waiting For?". Entre el maremágnum de clásicos del australiano me inclino por la sutileza y la emoción de una canción que te transporta. Y lo hace en todos los ámbitos. Musicalmente, por su precisión sentimental. Líricamente, por ese anhelo que duele de sincero. Por esos versos que caldean el corazón:

"Out of sorrow entire worlds have been built
Out of longing great wonders have been willed
They're only little tears, darling, let them spill
And lay your head upon my shoulder
Outside my window the world has gone to war
Are you the one that I've been waiting for?"

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