BRITPOP/GLAM. Este disco es un claro ejemplo de oportunismo, entendido este como algo bueno. Cuando el mundo se "deleitaba" con las torturas de Kurt Cobain en sus últimas fases, se empezaba a necesitar algo nuevo. Ahí surgió esta banda británica para inyectar glam decadente en el brioso britpop que empezaba a emerger. Los efectos fueron inmediatos. El mundo estaba ávido de este sonido tan efervescente y fresco. Suede ofrecían pop de guitarras con filo y contactos directos con Bowie. Nada nuevo en un mundo donde todo se ha inventado ya, pero tan necesario como un vaso de agua.
Sin duda, el dúo Anderson-Butler apuntaba al trono abandonado por Lennon-McCartney, y que ha tenido tantos aspirantes. El tiempo sentenciaría con crueldad que no podrían ocuparlo ni en mil vidas, pero eso no se aprecia en este disco urgente, desinhibido y certero. Un disco que no envejece bien del todo, pero que es capaz de dejar para la posteridad una portada intrigante y un puñado de temas clásicos.
No me gusta exagerar, pero creo que pildorazos como "So Young", "Animal Nitrate", "Moving" o "Metal Mickey" se merecen dicha vitola. Y están bien acompañados, no se crean. Suede se estrenan con ferocidad en un trabajo en el que sobra algún momento volátil pero que, a su manera sutil y descarada, sigue impactando con notoria efectividad. Un recordatorio venenoso de lo buenos que fueron.
★★★★☆
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