Alta suciedad (Andrés Calamaro, 1997)
ROCK DE AUTOR. Se hace difícil hablar de un disco tan instalado en el imaginario popular. Todo el mundo debe tener una opinión muy clara al respecto de Alta suciedad. La mía, en cambio, se balancea con cada escucha. Musicalmente conseguido hasta decir basta, melódicamente tierno y sólido a partes iguales, es líricamente donde puede aplastarte o hacerte huir. Depende de la canción y de cómo te encuentres ese día porque los ripios típicos del argentino no se han disuelto por completo. Si acaso se han reformado. De tanto verlos venir, estos nos parecen nuevos, pero en realidad el estilo poético de Calamaro está ahí en todo momento. Y esto, me temo, no siempre es una virtud. Las frases ingeniosas y las rimas forzadas aparecen pero no ganan ni las unas ni las otras sino que mantienen un equilibrio que le da un encanto indudable a esta obra.
No obstante, a pesar de todos estos peros, resulta impensable que esto no se considere una obra capital en la música cantada en español. Aún mirando con lupa la parte recitada de "Me arde" o la segunda mitad de "Nunca es igual", el primer disco de Calamaro tras Los Rodríguez triunfa. Cómo no hacerlo con joyas absolutas como "Alta suciedad", "Todo lo demás", "Loco", "Flaca", "Media Verónica", "Elvis está vivo" o esa maravilla llamada "Crímenes perfectos". Estamos ante un catálogo definitivo de dolores y amores. El auténtico pórtico de entrada a la obra de un artista esquivo y egocéntrico. Y por supuesto, genial.
No obstante, a pesar de todos estos peros, resulta impensable que esto no se considere una obra capital en la música cantada en español. Aún mirando con lupa la parte recitada de "Me arde" o la segunda mitad de "Nunca es igual", el primer disco de Calamaro tras Los Rodríguez triunfa. Cómo no hacerlo con joyas absolutas como "Alta suciedad", "Todo lo demás", "Loco", "Flaca", "Media Verónica", "Elvis está vivo" o esa maravilla llamada "Crímenes perfectos". Estamos ante un catálogo definitivo de dolores y amores. El auténtico pórtico de entrada a la obra de un artista esquivo y egocéntrico. Y por supuesto, genial.
★★★★☆
1
Alta suciedad
4:27
2
Todo lo demás
2:50
3
Donde manda marinero
4:04
4
Loco
3:41
5
Flaca
4:47
6
¿Quién asó la manteca?
4:25
7
Media verónica
3:37
8
El tercio de los sueños
3:54
9
Comida china
2:10
10
Elvis está vivo
3:00
11
Me arde
3:37
12
Crímenes perfectos
4:24
13
Nunca es igual
7:44
14
El novio del olvido
2:24
Total: 55:04Elvis, el amor, la crítica social (algo ambigua), los toros... Estos son algunos de los ingredientes de un disco que ya nos anuncia el caleidoscopio multicolor e inabarcable de un artista empeñado en ponerlo difícil. En parte porque él mismo es un caos indomable en el que no hay manera de poner orden.
Lo de los toros es lo que más me sorprende de un tipo venido de fuera que parece buscar la integración forzosa en una sociedad que lo ha acogido con los brazos abiertos. Ni que decir que los años han acabado ofreciendo la auténtica imagen de un cantautor machista y conservador hasta las trancas. Ya lo intuíamos en estas canciones, pero o todos tenemos algo de eso o estamos dispuestos a pasarlo por alto.
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