Vs. (Pearl Jam, 1993)
GRUNGE. En su segundo álbum, los de Seattle se afanan por sonar más poderosos, crudos y contundentes que en su debut. Y lo consiguen, la verdad. Una vez esfumado el efecto sorpresa lo tienen claro: tienen que coger el cuchillo entre los dientes y no tomar prisioneros.
Nos lo advierten con claridad meridiana desde el comienzo con esa apertura vibrante y brutal. "Go" posee todo el poder que necesitaría un buen ataque, y no nos hemos repuesto aún cuando nos asaltan sin piedad con la potencia desproporcionada de "Animal", un auténtico cañonazo. Después, tomamos aire con la acústica "Daughter" y dos piezas menores, "Glorified G" y "Dissident". Un poco de descanso con la tribal "WMA" y de vuelta a la batalla con la virulenta y desquiciada "Blood".
Eddie Vedder canta con más convicción que nunca y la banda toca como si estuviera en tu salón. El toque del señor O'Brien. Y todo el conjunto queda perfectamente retratado en la épica y creciente "Rearviewmirror", uno de los puntos más fuertes del disco. "Rats", la obsesión de bajo de Jeff Ament, es bastante más floja, y "Leash" es un ejercicio cabezón. Por otra parte "Elderly Woman..." es una postal hermosa en su insulsez terminal, y el cierre con "Indifference" lo arregla todo y llena el aire con esa atmósfera entre sagrada e hipnótica.
No es el mejor disco de Pearl Jam. Sin embargo, puede aspirar al galardón del más potente y sangriento. Un puñado de buenas razones para pasar tres cuartos de hora sudando, resoplando y gimiendo con la rítmica mística del rock and roll. Si es que esto tiene algún valor, claro, cosa que cada vez pongo más en duda.
★★★☆☆
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