NOISE JAZZ. Un nuevo experimento en la suculenta carrera de uno de los guitarristas más imaginativos y excitantes del panorama. El segundo disco a nombre de este trío que se inventa Marc Ribot es un trasunto nutritivo y carnoso. Hay mucho para hincar el diente aunque a veces se pierda entre tanto eclecticismo. Jazz, rock, fanfarria, reggae y caos bien dosificado hacen aparición en una obra que no te va a entrar ni a la tercera pero que merece la pena el esfuerzo.
El trío base se deja acompañar de músicos de postín en momentos puntuales. El mismísimo Arto Lindsay hace acto de presencia en "The Kid Is Back!" para ayudar a Ribot a definir lo que para este debe ser un "estándar". Cualidad "clásica" que repite en una arrugada versión del canónico "Take 5". Son momentos que acentúan la comunión entre el núcleo duro del grupo. La base rítmica sólida como la roca es el andamiaje idóneo para que Ribot pueda explayarse en sus exabruptos más sádicos. Véase la suprema "Lies My Body Told Me" o las sanguinarias "Your Turn", "Bread and Roses" o "Prayer" para saber de qué hablo. Los licks rockistas son un atractivo imprescindible, como también ese noise subyugante, al menos para el seguidor más casual. De todas formas en ningún caso tapan la esencia jazz y experimental de la bestia de Newark.
"Your Turn" peca de exceso de dispersión por un eclecticismo casi caricaturesco. Esto lo hace algo correoso pero al final se impone el hecho de que esta música no busca ningún tipo de coartada. Ni comercial ni conceptual. Es duro, crudo y no deja indiferente. No es esto comida rápida para gente con prisa. Si no cuentan con una horita para dedicarle sus cinco sentidos, absténganse. Y si la tienen, piénsenlo bien antes.
★★★☆☆
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