ROCK VISIONARIO. Perry Farrell y sus obsesiones. Led Zeppelin y el rollo oriental. Los chakras y el alarido. Seis años después de finiquitar la magnificencia de Jane's Addiction, entrega la segunda parte de su nuevo proyecto. Con un título tan místico como inasible nos abofetea con este rock especiado, fresco y sugerente como la diosa de la portada.
El segundo de Porno for Pyros es un paso más en ese rock arty que el angelino de adopción siempre practicó. Quítenle la furia eléctrica que Jane's Addiction le proporcionaba y se queda un tuétano muy jugoso y de sabor exótico. Las colaboraciones de relumbrón suman, aunque no por ello esto deja de ser un disquito pretencioso que no acaba de despegar.
Aún así, puede que consiga engancharte, aunque no sea su misión. Farrell esparce las piezas por el suelo sin orden ni concierto y te atosiga mientras tratas de formar algo coherente con ellas. Así no hay quien disfrute. Y eso que todo aquí está bañado en esa luz tan hermosa que siempre ha emitido el vocalista. Una luz que puede volverse cegadora como un flash para subrayar el estruendo de una belleza tan prístina como irritante. Exactamente igual que la voz de Perry. El ladrido dorado de un ángel turbio algo perdido en sus benditas ínfulas.
★★★☆☆
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