Año santo (Triángulo de Amor Bizarro, 2010)
Su segundo disco es una vuelta de tuerca más viciosa, mas oscura y más furiosa que su debut. Y eso que parecía difícil. Ya que no cuentan con el efecto sorpresa se afanan en un ataque frontal blindados por la producción sin fisuras de Paco Loco. El sonido es tan brutal que anula nuestra capacidad de reacción y eso lo hace perder a los puntos con un primer disco más dinámico. Aunque no tengo tan claro que se pierda más de lo que se gana.
Este post-punk saciará al más ávido de brebajes sulfúricos. Aunque se les noten a la legua sus deudas, con una mención especial para Suicide en ese homenaje sin tapujos que es "Super Castlevania IV". Aunque el disco te mantenga con los ojos abiertos en una alerta que solo se relajará cuando llega el silencio. No llega ni a la media hora pero el segundo de Triángulo es una experiencia árida sin un momento de respiro. Hasta las canciones más pop están cargadas de una tensión casi insoportable. Estos gallegos exudan rock por cada poro y este disco es un espectáculo no apto para todos los públicos.
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