CHANSON. Más allá de lo bonitas que son estas canciones, por encima de la interpretación superlativa de la Piaf, este disco demuestra, como la mayor parte de su catálogo, el escaso interés que había en la época por los discos de larga duración. Los singles estaban muy por encima en consideración y en ventas. Es normal. Para la Europa, el mundo, de posguerra los llamados LPs eran caros. Por eso no dejaban de ser colecciones de canciones más o menos acertadas con poco en común. El arte se limitaba a la canción por encima del álbum.
De todas formas una voz como la de Édith Piaf es el cemento más poderoso para construir lo que sea. Y los materiales son de gran calidad. Por todo esto estamos ante un disco más que bueno. Puede que nada que apabulle al oyente casual más allá de "Padam, Padam". Si acaso la dulzura atemporal de "Chante moi" o "Plus bleu que tes yeux". Y aún así una obra encantadora. Eso sí, la grabación de "Pleure pas" suena muy diferente al resto. Más añeja, como grabada mucho antes. Nada que empañe su belleza aunque me retrotraiga a lo del batiburrillo que he comentado. Bah, nada grave, está claro.
★★★☆☆
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