POST-PUNK. Pylon, placer oculto para minorías ilustradas. Adorados por sus paisanos R.E.M., poseedores de un sonido emparentado con el de los B-52's pero bajo en melodía y alto en aridez. Un grupo tan idolatrado como desconocido que pintó de negro el yermo páramo del post-punk en los USA de los últimos 70 y primeros 80.
"Gyrate" es su debut largo y su biblia. Un álbum de filiación claramente británica que suena imposible viniendo del sudeste de Norteamérica. The Fall y Gang of Four parecen haber especiado un disco donde destaca la expresiva y punzante guitarra de Randy Bewley y el tremendo vaciado vocal de Vanessa Ellison del que debió tomar buena nota la buena de Courtney Love. Ingredientes de lujo en un disco de punk directo y sudoroso que fue toda una sensación en la escena local pero que tuvo escasa repercusión en el resto del país.
Parece que el tiempo le debe algo a Pylon y sobre todo es por este álbum básico, crudo, adictivo y de una fuerza animal. Eso a lo que tantos dedican toda una carrera sin llegar a conseguirlo mientras que unos pocos lo alcanzan en cuanto empiezan a caminar. Lástima que no supieran prolongar el efecto y se agotaran en un suspiro. Un suspiro de azufre.
★★★★☆
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