Radios Appear (Radio Birdman, 1977)
PUNK. Radio Birdman, pioneros del punk en Australia, se estrenan con un LP a la vez deudor e influyente y los muestra inmaculados en su obsesión con The Stooges y MC5. Mugre de la buena en el que puede ser mejor disco de rock & roll de Australia, uno de los mejores debuts de todos los tiempos y, seamos osados, el mejor disco de punk de la historia. Si los Sex Pistols tenían el vitriolo y los Clash el posicionamiento, Radio Birdman demuestran ser los más carnales de todos.
Abren fuego con todas sus deudas sobre la mesa para fulminarlas. Una versión flamígera de todo un "TV Eye" de Iggy y los suyos que deja poco para la imaginación y a la vez es la forma más honesta de presentarse. Sin miedo al qué dirán ni al encasillamiento, hacen suya la canción a base de velocidad y metralla vocal por parte de ese animal llamado Rob Younger. Una introducción salvaje que nos prepara el cuerpo para una montaña rusa de rock & roll bastardo, con duelos de guitarras a lo MC5, refrendados en ese homenaje que ejecutan a base de robar parte del solo de "Looking at You" (MC5, 1970) en "Descent into the Maelstrom".
Una virulencia sónica que sólo descansa en un par de puntos destacadísimos. El medio tiempo que es "Man With Golden Helmet" invoca claramente a los Doors y se permite el lujo de incluir un piano que no choca en medio del caos sino que aporta matices y maravilla en un interludio que es casi jazz. El otro punto de fuga sería "Love Kills", lo más parecido a una balada para un grupo que se destapa lleno de sutileza, lo que acaba haciéndolo monstruosamente grande.
Radio Birdman, ese secreto oculto, tuvo una carrera muy corta. Se consumió en llamas tras dos discos. Este es el primero y el mejor. Tan perfecto que duele. En él todo suena al máximo. El amor, el asesinato y el abismo en un documento esencial de punk & roll tórrido y pantanoso. AC/DC se llevaron la gloria pero en este país inmenso que es de por sí un continente había muchas más razones para vibrar. The Saints, Nick Cave o estos paganos divinos en continuo estallido con un pie en el asfalto y la vista en las estrellas.
Total: 39:16
La colisión entre las ideas de los Birdman y el productor John Sayers creó una tensión de la que sin duda se benefició la grabación. Según parece el productor era un nostálgico del hippismo que no acababa de entender el modus operandi de estos terroristas sonoros.
Como era costumbre en la época se publicó a posteriori una edición para fuera de Australia. En este caso variaba en no pocos cortes y en la portada, que a mi juicio perdió el carácter icónico y la brutalidad de la australiana.
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