EPIFANÍA ELÉCTRICA. Un divertimento no parece esto. Que lo será, no lo dudo. Que Alan Sparhawk necesitaba una válvula de escape para el constreñimiento al que le someten en Low, seguro. No digo que no, pero es que viendo esto se me hace difícil aligerar el peso de un proyecto con tal pegada. El de Low se monta un trío de rock minimalista en cero coma y da toda una lección de cómo sonar directo y avasallador sin grandes alardes ni grandes materiales de ningún tipo. Un bajo seguro y elástico siempre en su sitio y una batería respondona capaz de contestar cada uno de sus arrebatos a las seis cuerdas es todo lo que necesita para redondear un grupazo de rock 'n' roll de una virulencia y una verdad espantosas.
Algunas piezas pecan de obvias y el disco es más espontáneo que trabajado, cierto. Y eso no quita que podamos disfrutar sinceramente con el arranque, flipar con los vapores grunge de "Somebody's Someone" o deleitarnos con esa máquina de soul arrebatador que es "Destroyer", pensada para el directo, con sus crescendos y su estímulo-respuesta entre guitarra, voz y batería. También destaca la melodía directa y clásica de "Easy Prey". Todo eso en un álbum que no deja de ser una obra menor, pero de las gordas.
★★★☆☆
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