POP DISLOCADO. Daniel Johnston no sé si cada vez más a gusto o cada vez más domesticado. Lo primero es evidente en su dejadez vocal, aquí se deja arrastrar como nunca, los gallos vuelan libres, la carraspera amenaza seriamente, pero todo le da igual. Bien por él. Lo segundo, lo manso, aparece en todo lo convencional que tiene este disco, aunque lo reconozco, vuela por los aires a cada requiebro, porque meter una guitarra noise en "Living It for the Moment" puede estar muy visto pero combinada con ese feísmo vocal desde las mismas tripas da un resultado que te tienes que creer por cojones.
Aquí Daniel no llega a encandilar como él sabe, pero demuestra que a estas alturas se sabe todos los trucos. No parece posible al principio pero el disco engancha y se las apaña para, rascando, rascando, arañar esas décimas que lo arrimen al notable. Lo ha hecho una vez más, y es que no hay manera de bajarle los humos, él lo consigue aunque sea por el bendito redondeo.
★★★☆☆
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