El posicionamiento en cualquier caso supera aquí al arte y "Old Rottenhat" se queda en un disco algo soso, si bien cuenta con su buena dosis de confrontación y riesgo, con esa instrumentación de cariz progresivo que favorece los teclados y los ritmos raros por encima de todo y con la voz siempre enigmática y magnética del genio de Bristol. Con todo suena más bien formulaico y falto de esa emoción pura que rebosaban sus esfuerzos anteriores. El jazz casi se evapora en favor de un rock emborronado y atmosférico, a veces funkoide, que se pasa con lo arty.
No estamos ante un trabajo obligatorio para conocer el poder y la gloria del ex-Soft Machine. Se podría pasar por alto al profundizar en su canon aunque tenga el suficiente interés para el aficionado más comprometido. El ADN lo tiene, eso hay que reconocerlo.
★★★☆☆
Total: 44 min.
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