POST-ROCK & ENTRAÑAS. Está claro que Niño de Elche no va a hacer nunca nada gratuito. Jamás. Lo nombro por encima de Toundra porque lo veo como la auténtica fuerza motriz del proyecto, todo un aglutinador artístico a todos los niveles. Lo de Toundra tampoco tiene nombre. Son dueños y señores de la calma y el espacio, del ladrido y la estridencia y te vapulean como les sale del alma. A veinte años de Omega (Morente & Lagartija Nick, 1996) esta alianza tan imposible como inevitable dobla la apuesta y asedia por puro y duro aplastamiento.
Y me reafirmo, volviendo a la premisa inicial, Francisco Contreras domina y manda. Azuza y tira de la brida, elige, paladea y cuenta lo que necesitamos. En nuestro letargo nos impone la verdad descarnada, el color oscurísimo de la realidad. Nos la relata a través de la voz de poetas contemporáneos, comprometidos, sacudidos por la miseria, el miedo y la mierda que nos entierra. Insensible al desaliento, no se arredra, no se conforma con que las cosas tengan que ser como son. Y así se convierte en el grito de los desheredados. Nos creemos lo que nos canta, sí, a pies juntillas. Niño de Elche sabe lo que dice, se lo cree, nos lo inocula en los pulmones y el cerebro.
Para quienes aún viven es una advertencia, un grito asalvajado sin depurar. Palabras como cuchilladas que nos instan a salir de nuestro sueño drogadizo. "E" comió por fin tierra y deberíamos preocuparnos en lugar de solazarnos en nuestra comodidad. Esto es un llamamiento a los hijos de la rabia, una puñalada a una Europa muda e inoperante, un grito enrabietado que aspira a mejor disco de la década en este país. Algo tan fuerte que sobrepasa a cualquiera de mis palabras. Palabras que rebosan en esta obra hasta anegarlo todo a su alrededor.
Y me reafirmo, volviendo a la premisa inicial, Francisco Contreras domina y manda. Azuza y tira de la brida, elige, paladea y cuenta lo que necesitamos. En nuestro letargo nos impone la verdad descarnada, el color oscurísimo de la realidad. Nos la relata a través de la voz de poetas contemporáneos, comprometidos, sacudidos por la miseria, el miedo y la mierda que nos entierra. Insensible al desaliento, no se arredra, no se conforma con que las cosas tengan que ser como son. Y así se convierte en el grito de los desheredados. Nos creemos lo que nos canta, sí, a pies juntillas. Niño de Elche sabe lo que dice, se lo cree, nos lo inocula en los pulmones y el cerebro.
Para quienes aún viven es una advertencia, un grito asalvajado sin depurar. Palabras como cuchilladas que nos instan a salir de nuestro sueño drogadizo. "E" comió por fin tierra y deberíamos preocuparnos en lugar de solazarnos en nuestra comodidad. Esto es un llamamiento a los hijos de la rabia, una puñalada a una Europa muda e inoperante, un grito enrabietado que aspira a mejor disco de la década en este país. Algo tan fuerte que sobrepasa a cualquiera de mis palabras. Palabras que rebosan en esta obra hasta anegarlo todo a su alrededor.
★★★★☆
1
Canción de E
3:05 ✠
2
Destruidnos juntos
8:58 ✠
3
Hijos de la rabia
9:00
4
Interrogatorio
1:40
5
El grito del padre
8:50
6
Contigo
3:22
7
Un hombre
10:05 ✠
8
Europa muda
10:22
Total: 55:22Xxx
DISCOS RELACIONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario