Échate un cantecito (Kiko Veneno, 1992)
FLAMENCO POP. Kiko Veneno ya volaba en solitario desde 1981, pero no fue hasta su tercer disco en once años cuando pudimos afirmar con rotundidad que había parido un disco realmente enorme. Con la enormidad de lo cotidiano. Del mundo al barrio, del barrio al hogar y del hogar al dormitorio. Un microcosmos en el que no hay besos en la ducha ni pelos ni nada. Un torrente de lucidez ilimitada; de pop, flamenco y rock. Un barrio en el que Bob Dylan y Joselito van a comprar el pan y son saludados como héroes. La gente sencilla, las palabras justas y la música que sale desde dentro, de verdad.
El Kiko se marca con Échate un cantecito un trabajo a la altura de su leyenda. Una obra que puede tutear a ese ser mitológico que fue Veneno (Veneno, 1977), sin el malditismo y con el azúcar necesario para que la escuche todo el mundo. Una "comercialidad" que puede parecer que erosiona su nivel artístico, cuando en realidad es todo lo contrario. La destilación después de años de práctica de lo mejor que corre por las venas del cantautor, explicado con una gracia y una sencillez que no parecen posibles.
Hay mucho latiendo debajo de estas frases y estas melopeas aflamencadas. Mucho más que la anécdota simple o la risa fácil. En este disco Kiko Veneno nos planta en los morros los retruécanos de nuestro día a día para que nos demos cuenta de que la aventura de vivir no es algo que pueda tomarse a la ligera. Sí, Lobo López, puede que lo que tú sabes lo sepa un tonto cualquiera, pero ¡cómo lo cuentas, colega! Es inevitable. Cada vez que me sumerjo en esta maravilla, se materializa ante mí el mundo tal y como debería ser.
Hay mucho latiendo debajo de estas frases y estas melopeas aflamencadas. Mucho más que la anécdota simple o la risa fácil. En este disco Kiko Veneno nos planta en los morros los retruécanos de nuestro día a día para que nos demos cuenta de que la aventura de vivir no es algo que pueda tomarse a la ligera. Sí, Lobo López, puede que lo que tú sabes lo sepa un tonto cualquiera, pero ¡cómo lo cuentas, colega! Es inevitable. Cada vez que me sumerjo en esta maravilla, se materializa ante mí el mundo tal y como debería ser.
★★★★☆
1
Lobo López
4:57
2
El mensajero
3:19
3
Echo de menos
3:51 ✠
4
Superhéroes de barrio
3:11
5
Me siento en la cama
3:38
6
Fuego
3:10
7
Salta la rana
3:52
8
Joselito
3:41 ✠
9
Reír y llorar
5:03
10
En un Mercedes blanco
4:22 ✠
Total length: 39:04La autenticidad callejera de este disco, su apego al barrio, al día a día de la gente normal, de la calle, la que habla el mismo idioma que Kiko... Todo me lleva de cabeza a algo tan especial en su, más que buscada encontrada, vulgaridad como ese Makinavaja, el último choriso al que el también catalán Ivá diera vida en la revista El jueves entre 1986 y 1994.
DISCOS RELACIONADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario