SOUL POP. De ídolo del doo wop a cantautor serio, la transición no parecía fácil. Menos aún si el que te lleva de la mano es todo un Phil Spector. Con él nada es lo que se espera. El sello propio, el sonido restallante y la brillantez en los arreglos están garantizados. Las tensiones en el proceso de grabación, pistolas incluídas, también.
Dion no quedó contento con el resultado. La producción había transformado sus canciones en "música de funeral". Entre eso y la anarquía del productor, el disco quedó en un cajón durante casi un año. Y tras su publicación tampoco es que encandilara a crítica o público. Ha sido el tiempo y la reivindicación del mismo por luminarias como Bobby Gillespie los que han hecho de él un clásico.
Para mí, "Born to Be With You" es un disco muy cálido, de esos que invitan a la reconciliación. Me inocula una suerte de optimismo que me hace creer en la raza humana. A pesar de toda su famélica intensidad, triunfa al tender puentes entre mundos antagónicos. Su mezcla de soul y country apela a la hermandad. Como en joyas como "Tapestry" (Carole King, 1971), lo negro y lo blanco suenan aquí perfectamente empastados y expresivos. Este disco estaría un peldaño por debajo del señalado, pero comparte la vibración de la mejor música negra sin dejar de sonar blanco por los cuatro costados. Una dualidad en la que siempre apetece sumergirse.
★★★☆☆
Total: 35 min.
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