G-FUNK. Dr. Dre empezó a ganarse su reputación de productor fino ya en sus inicios con N.W.A., aunque es en este disco donde provoca todo un cataclismo en el mundo del hip hop colocándose en lo más alto del pedestal. No sólo produce como dios, sino que su gusto musical y su instinto con las bases le hacen crear un auténtico clásico del género. Un disco en el que todo el mundo empezó a mirarse para comparar su trabajo. Y se puede decir que a día de hoy siguen haciéndolo.
Este álbum elevó el gangsta a otro nivel. La violencia lírica, según se demuestra aquí, no está peleada con la elegancia instrumental. Así, al arsenal de samplers de rigor, Dre añade instrumentación orgánica y deja al aire en todo momento su amor por el sonido p-funk de Funkadelic. De ahí, de esos bajos gordísimos y esos teclados entre la sci-fi y el lounge, surge un sonido que encandiló a medio mundo y que rápidamente bautizaron como g-funk, con g de gangsta. Un sonido con empaque, contundente, pero también suave y cuidado al detalle.
Todo eso es "The Chronic". Acta de defunción para un primitivismo atávico y crudo que ya no valía y certificado de nacimiento de un nuevo amanecer para la cultura urbana. Un amanecer más soleado desde la reluciente California, un mundo aparte que poco tenía que ver con la piedra y el frío de Nueva York y la costa este. Aquí sigue mandando la chulería, la agresividad, el vitriolo con recados para todos sus ex-compañeros en esos seminales N.W.A.. Las tías, la maría, todo lo políticamente incorrecto. Todos los defectos que rodean al movimiento mejorados y amplificados. De otra forma, con más conocimiento y galones, con más control y con un Snoop Dogg que se cuela por todos lados, pero sin olvidar sus orígenes. "Directo desde Compton".
★★★★☆
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