NOUVELLE CHANSON. En su noveno disco nos encontramos a un artista en busca de la luminosidad, dejándose arreglar por flautas y una exuberancia casi vegetal. Todo un paisaje bucólico que envuelve a un nuevo Dominique A, uno al que no le importa vestir su intimismo de ropajes espeluznantemente bellos. Unos ropajes que no ahogan a las canciones, sino que las hacen refulgir como nunca antes en su carrera.
Este nuevo perfil del cantautor nos lo muestra optimista y abierto, elegante como siempre y expresivo como nunca. Un movimiento inesperado y la mar de atractivo después de las heridas sintéticas de "La musique" (2009). Lo que no significa que se aleje de la gravedad que siempre ha vestido con resignación monacal. Los abismos emocionales por los que siempre transita siguen estando aquí, más iluminados, menos amenazantes, pero igual de profundos y misteriosos.
A fecha de su edición, "Vers les lueurs" es una nueva isla en el canon del de Provins. Una isla devorada por el verdor de la naturaleza. Uno de los destinos más atractivos y originales del tour que es su discografía. Seguimos esperando el milagro, pero no se puede decir que esta espera se nos esté haciendo larga, aunque, cosas de la vida, la espera cumpla aquí veinte años, nada más y nada menos. Dos décadas después, no hay síntomas de agotamiento en el que ya es todo un clásico del pop francés.
★★★★☆
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