sábado, 22 de septiembre de 2018

De las cenizas

Tinderbox
(Siouxsie & the Banshees, 1986)

POP LLAMEANTE. Más refinados que nunca, puede que pierdan parte del filo, pero no se puede decir que no lleguen bien dentro. Cambian las armas y anestesian el impacto inicial, pero los resultados están llenos de misticismo, grandiosidad y una gracia sobrecogedora. Quizás tres adjetivos que depuran y llevan al límite. 

"Tinderbox" es ya el séptimo disco de estudio de la banda. En él se estrena en formato largo un magnífico y sugerente John Valentine Carruthers. Un guitarrista diferente a lo que habían tenido hasta entonces. Un guitarrista que llena, que no aguijonea como John McKay, ni raja como John McGeoch, ni ambienta como Robert Smith, pero que tiene un poco de todo eso y añade una buena dosis de personalidad. Uno de los motivos de gozo que inciden en el acabado de esta obra.

Espoleados por la entrada del nuevo miembro, Siouxsie y los suyos se afanan por escribir un estupendo grupo de canciones. "Cities in Dust" es la bandera, uno de los mejores momentos de su carrera, el auténtico mascarón de proa de un estilo que aquí certifica su mutación del punk de acero y sombras con el que empezaron a un pop llameante del que tomaron buenísima nota gente tan variopinta como Echo & the Bunnymen o The Triffids.

Este disco era lo mejor que podían ofrecer los Banshees en esos momentos. Lo veo claramente un escalón por debajo de sus grandes clásicos, pero también veo claras sus virtudes innatas. Aquí hay ganas, canciones, sentido y sensibilidad. Cualidades que lo convierten en la última gran obra de la banda.

★★★☆☆

A1 Candyman
A2 The Sweetest Chill
A3 This Unrest
A4 Cities in Dust
B1 Cannons
B2 Party's Fall
B3 92°
B4 Lands End

Total: 38 min.

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