viernes, 24 de julio de 2020

El árbol de la vida

Laughing Stock (Talk Talk, 1991)
POST-ROCK DE CÁMARA

El abandono del bajista, Paul Webb, en 1990 dejaba al grupo en los huesos, reducidos al dúo Mark Hollis, Lee Harris. A pesar de eso, Talk Talk, se las arreglaron para seguir adelante, firmaron por Verve y construyeron una nueva obra magistral con la idea de completar el díptico maravilloso iniciado con "Spirit of Eden" tres años antes.

Para ello se meten de lleno en la improvisación instrumental a partir de la cual darían forma a los seis temas que conformarían su obra postrera. En un ejercicio de oportunismo bestial, Mark Hollis supo encauzar sus ansias experimentales con el hecho de haber firmado con una de las casas señeras del jazz. Él manifestaba su alegría por estar en un sello en el que habían estado The Mothers of Invention, pero seguro que tampoco se olvidaba de Ella Fitzgerald, Nina Simone o Duke Ellington.


Y es que ese aire de libertad se respira en un disco que bebe indudablemente del jazz, pero que sigue sonando a rock en muchos detalles. A un rock avanzado y nada acomodaticio, capaz de dejar hueco para instrumentos de cuerda, melódicas, harmoniums y trompetas. Pero sobre todas esas cosas, una música que respeta y se alía con el silencio para tejer pasajes de una belleza ingrávida y evocadora con poco o nada a lo que compararse.

Hollis cita entre las influencias para el disco cosas beatificadas como el "Tago Mago" (Can, 1971), "In a Sentimental Mood" (John Coltrane, 1963) o "New Morning" (Bob Dylan, 1970). Vale. En realidad, lo cierto es que la mayor influencia aquí son ellos mismos, más concretamente ese "Spirit of Eden" (1988), cuya estela siguen y junto al que redondean una dupla imbatible que está entre lo mejor que ha salido de la alianza entre el rock y la escuela de arte.

★★★★☆



James Marsh colabora una vez más con los de Mark Hollis para ilustrar la portada de su último disco. Y lo hace con una idea que redondea la intención de Hollis de hacer de "Laughing Stock" una continuación natural a "Spirit of Eden" (1988). El pintor llegó con la idea de unos pájaros que, unidos, formaban a su vez la silueta de un pájaro gigantesco y aunque era una idea que en principio parecía satisfacer al líder del grupo, no llegó a colmar sus expectativas. Mark necesitaba un árbol en su cubierta. Como en el disco anterior. De esa petición surgió la estupenda estampa que adorna "Laughing Stock". Especies de aves en peligro de extinción, las mismas del disco anterior, agrupándose en un árbol esférico para dar forma a los cinco continentes de la Tierra. He aquí un boceto primerizo.

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