✙ [Red Cross, Disciple of Christ Today] (John Fahey, 2003)
AMERICAN PRIMITIVISM. John Fahey toca aquí como si estuviera recapitulando, arpegia como si quisiera dejar constancia, como si fuera el único que lo ha entendido todo y no quisiera que siguiéramos viviendo en la oscuridad. Así me golpean los primeros temas de un disco, el último que grabara el guitarrista, que tan solo unos meses antes de dejarnos nos está gritando que el arte de la guitarra y la tradición no están escritos y que se han hecho para tergiversarlos, ponerlos del revés y amarlos hasta que te duela.
Cuando escucho este álbum, algo se enciende en mi interior. Es como si me revelara rincones secretos de mí que ni yo mismo conozco. De alguna forma me llega bastante más adentro que obras supuestamente más maestras, como ese irrebatible The Yellow Princess (1969). Será porque Fahey, más que nunca, me dicta al oído la gran verdad de eso que llaman virtuosismo. Con sus dedos me lo dice claro. No es la velocidad, no es el vértigo, no es la precisión... No, todo radica en el misterio, en el silencio, en lo espectral. Justo lo que suena en una obra de una belleza terminal y ultraterrena. El mejor testamento que podría dejarnos.
Luego podemos pensar que los diecisiete minutos de silencio (o casi silencio) que sirven de coda a "Untitled With Rain" son una tontería. Que limitarse a dejar los micros del estudio abiertos para ver qué recogen es una fruslería sin valor. Vale, yo mismo lo he pensado, pero ¿no es lo que podíamos esperar de un autor que ha hecho de la psicofonía objeto de arte mayor? ¿No es un chapó a toda una carrera al margen de los convencionalismos? ¿No es la guinda a toda una carrera sin parangón? Sí, todo eso y alguna cosa más. Si no, dejen que suene el auténtico cierre del álbum, una canción sin título que surge de la nada como pista oculta para dejar claro que no estamos ante un disco cualquiera. Porque no sé si Red Cross será muchas cosas o una sola, pero lo que está claro es que, sea lo que sea, es más grande que todos nosotros.
★★★★☆
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