jueves, 26 de noviembre de 2020

Desde la capital del imperio

In on the Kill Taker (Fugazi, 1993)

 

POST-HARDCORE. "In On the Kill Taker" o la imaginación al poder. La imaginación de tocar la ecualización y los efectos hasta dar, casualidad o no, con el sonido más demoledor hasta la fecha por parte de un grupo que ya había arañado los cristales desde el epicentro del seísmo en todos sus discos antes de este. En esta obra siguen con la barbarie, dejándose de innovaciones y buscando un primitivismo atávico que les hace entregar uno de sus mejores trabajos. En una banda que no tiene ni uno siquiera regular.

"Steady Diet of Nothing" (1991) mantenía el temblor catártico de "Repeater" (1990), posiblemente su obra maestra, pero este amplifica el estertor y, sobre todo a partir de "Cassavetes", despliega las alas de su furia de una manera incluso más atractiva si cabe. Es ese tramo en el que encontramos más ganchos y momentos inolvidables, posiblemente los mejores minutos de la carrera del grupo, indudablemente los mejores hasta ese momento.

La rabia melódica y la insolencia percutiva del tema mencionado, la andanada de "Great Cop", la abrasión punk de "Walken's Syndrome", la teatralidad siniestra de una "Instrument", que con ese empastado perfecto entre grito empalado y distorsión crepitante en el estribillo puede aspirar a mejor tema del combo, o ese final con la belleza agónica de una "Last Chance for a Slow Dance", que no acaba de decidirse entre morir de belleza o de dureza adamantina.

Un disco que baila desquiciado en peligroso equilibrio sobre el abismo. Una obra tan rotunda que da miedo. El terror más espeluznante en medio de una discografía hecha de puro pavor.

★★★★

1 Facet Squared 2:42
2 Public Witness Program 2:04
3 Returning the Screw 3:13
4 Smallpox Champion 4:01
5 Rend It 3:48
6 23 Beats Off 6:41
7 Sweet and Low 3:36
8 Cassavetes 2:30
9 Great Cop 1:52
10 Walken's Syndrome 3:18
11 Instrument 3:43
12 Last Chance for a Slow Dance 4:38
Total length: 42:06

Mirando a su funda, esa polaroid quemada que muestra el obelisco homenaje a Washington, vienen a la mente ideas tan lejanas como ese monolito que era el eje central de "Encuentros en la tercera fase" (Steven Spielberg, 1977), o la archifamosa Columna de Trajano en Roma. Agujas que no tienen nada que ver ni entre ellas ni con el disco, pero cuyo influjo siempre acaba invadiéndome. Será por sus referencias a la grandiosidad o por su condición de ente alienígena o por esa celebración orgiástica que proponen, sugieren o esconden las tres obras. Será.

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