lunes, 9 de noviembre de 2020

Hojas secas

Camino Soria (Gabinete Caligari, 1987) 

ROCK TORERO. Gabinete Caligari tocan techo con un disco que los encumbra definitivamente como unos magníficos hacedores de canciones, un oficio menospreciado en favor de otras cosas más vistosas y más prestigiosas, ya sea tocar como los ángeles o hacerlo en compases imposibles siempre alejados del cuatro por cuatro. Cosas estas que podrán estar fuera de su alcance, pero que en esta pequeña gema de los 80 no se echan de menos, la verdad.

También es cierto que, gracias al puñado de himnos inmortales que posee, es un trabajo bastante proclive a la hipérbole y no es extraño que la afición lo coloque entre lo mejor de dicha década. Y a pesar de todo, no puedo culparles, cuando me sorprendo disfrutando en medio del tarareo, dejándome masajear por la dicción cañí de Jaime Urrutia mientras engarza vocablos precisos y dignísimos con la habilidad del mejor trovador.

Camino Soria podrá ser mucho más imperfecto de lo que cuentan, pero a ver quién es el guapo que lo menosprecia al calor de tonadas tan inolvidables como "Suite nupcial", "Tócala Uli", "La sangre de tu tristeza" o esa "Camino Soria" que es uno de los himnos más impepinables del pop patrio. Una canción que en toda su melancolía recoge ese aroma otoñal y ese crujir de hojas secas que siempre va a acompañar a una grabación capaz de evocar sensaciones más allá de la música que contiene. A eso es a lo que yo llamo un disco especial.

★★★

A1 Pecados más dulces que un zapato de raso 2:38
A2 Suite nupcial 3:18
A3 La fuerza de la costumbre 3:21
A4 Tócala, Uli 3:45
A5 Como un pez 3:38
B1 La sangre de tu tristeza 3:17
B2 Saravá 4:30
B3 Rugido de tigre 3:25
B4 Camino Soria 6:10
Total: 34:02

Este disco, su canción titular, su cubierta, ese trombón que cierra el álbum... Todo me conecta de inmediato con el otoño, con esa lluvia de hojas secas crujiendo a mi paso. Siempre ha sido así y no sé muy bien por qué, pero es una emoción contenida que conecta a su vez al grupo con sus orígenes encuadrados en un rock gótico al que al final acabaron adelantando por la derecha (jeje). Viendo el resultado, ¿alguien puede culparles?

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