HARD ROCK. Singles, descartes, alguna remezcla y alguna canción exclusiva para una banda sonora son las "gemas" que componen este collar extraño, brillante por momentos y bastante más jugoso de lo que podría parecer a simple vista. Una mirada de soslayo, pero lo suficientemente penetrante como para que capte nuestra atención.
Sin entrar en profundidades, ahí puede estar el fallo de esto, podemos hacernos una idea muy general, pero bastante atinada sobre la evolución del grupo, de popes de lo oscuro a profetas del metal. Abren con una sugerente y casi mística "Judith", que nos espolvorea la magia de ese maravilloso Love (1985), y cierran con una versión del "Wild Child" de The Doors para un disco tributo a los angelinos que habla fuerte y claro sobre la influencia de Jim Morrison y los suyos en el grupo. Más en teatralidad y cuestiones rituales que en sonido, pero algo acaba habiendo, cómo no.
Un documento de gran interés para bucear en lo mejor de la cara oculta de The Cult. Un disco cortito, jugoso y fácil de escuchar. De los que dejan con ganas de más. Y no tienen tantos así en su catálogo oficial. Aparte del mencionado álbum del 85, diría que ninguno.
★★★☆☆
- Judith
- Little Face
- She Sells Sanctuary (Long Version)
- Medicine Train
- Wild Hearted Son
- The Witch
- Painted On My Heart
- Wild Child
Total: 39 min.
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