lunes, 25 de abril de 2022

Cathedral

Gothic (Paradise Lost, 1991)


DOOM METAL. Paradise Lost crean una obra maestra del doom metal con un segundo álbum plagado de sinfonismo, guitarras infinitas y voces operísticas que tratan de morder el cuello de una guturalidad más abisal que nunca. Será por todos estos contrastes o por lo acertado de su combinación, la cuestión es que con los años me parece más que evidente que estamos ante la obra más extrema, intensa, conseguida y espectacular de la banda de West Yorkshire.

Puede que seas más del goticismo decimonónico de Icon (1993) o Draconian Times (1995), mucho más vistosos, pero creo que al final, dándole el tiempo que este disco requiere, hay que acabar reconociéndole su justo valor. Un valor que encuentro en la contraposición sublime entre las armonías más estranguladas e hirientes y una ifluencia de la música clásica que hace de esto, tanto una fastuosa ópera del averno, como una catedral gótica más tétrica que el cementerio que pueda tener junto a ella.

Y por supuesto, esto no significa que Gothic sea para todo el mundo ni que tenga capacidad para rebasar las fronteras del metal extremo donde ha sido creado. Sin embargo, sí que puede verse simplemente como un gran disco de rock. Uno de esos al que solo van a poder acceder los melómanos más inquietos con algún interés en la música más brutal y expresionista del planeta. Una música que me atrae y me asusta. Y también me repele, todo hay que decirlo. Pero una música que merece todo mi respeto y, según el día, hasta toda mi admiración.

★★★

1 Gothic 4:43
2 Dead Emotion 4:33
3 Shattered 3:58
4 Rapture 5:09
5 Eternal 3:46
6 Falling Forever 3:27
7 Angel Tears 2:36
8 Silent 4:36
9 The Painless 3:58
10 Desolate 1:50
Total: 38:36

Volvemos a lo pictórico, algo tan unido a lo que hace Paradise Lost, que es inevitable mencionarlo. En este caso, solo hay que echar un vistazo a la portada para pensar en su compatriota William Turner. Concretamente esos estudios en acuarela que realizó sobre la obra poética de John Milton, como esta Expulsión del paraíso, que podemos ver aquí.

También veo mucho de Goya entre tanta barbarie. Los desastres de la guerra o las pinturas negras del aragonés me da a mí que debieron influir en el grupo de manera decisiva. Que a lo mejor es mucho esperar de unos metaleros sin escrúpulos, pero quiero pensar que tras esa forma de atacar el sonido y esa forma de envolver sus álbumes hay un poso de alta cultura que me niego a escamotearles.

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