miércoles, 18 de mayo de 2022

El veneno de mil serpientes

Snakes for the Divine (High on Fire, 2010)

STONER METAL. Sí, puede ser que suenen más limpios aquí. La claridad se les escapa en cosas como esas armonías de guitarra tan Iron Maiden con la que adornan su penúltimo himno, un tema titular que revienta de una belleza casi florida dentro del caos mineral que siempre ha alimentado la inspiración de Matt Pike. Otra influencia que añadir a los Motörhead, Venom y Slayer de siempre. ¡Si hasta se me aparecen AC/DC entre tanto desguace metálico!

Pero que nadie se equivoque al esperar lo que no es en el quinto álbum de los demonios marinos de Oakland. Snakes for the Divine sigue sonando retador y aplastante. Con menos porquería, pero no con menos fuerza. Al menos no en su conjunto. Y en cuanto a los momentos en los que bajan las revoluciones, vuelven a visitar el abismo con la misma entrega y la misma brutalidad.

No se aprecia agotamiento, por tanto. Que no te la den con queso. Estamos ante un movimiento natural dentro de una carrera que cumple los diez años con este lanzamiento. Un álbum mucho más que decente con unos cuantos himnos para enmarcar. Por supuesto, uno de ellos es el tema titular. Los otros, un "How Dark We Pray" y un "Bastard Samurai", que dan escalofríos en su morosidad. ¡Y qué portada! Una cuenta pendiente con el arte que saldan con nota. Al menos en eso sí que es el mejor trabajo de High on Fire. Hasta el momento, claro.

★★★☆☆

1 Snakes for the Divine 8:24
2 Frost Hammer 6:07
3 Bastard Samurai 6:37
4 Ghost Neck 5:01
5 The Path 1:20
6 Fire, Flood & Plague 6:08
7 How Dark We Pray 8:06
8 Holy Flames of the Fire Spitter 4:13
Total: 45:56

El metal debe mucho al cómic. Sobre todo, claro está, en toda la parafernalia que lo envuelve, incluyendo sus portadas. Y si hay uno que me viene a la mente cuando veo el magnífico trabajo de Arik Roper, ese es Conan el bárbaro, el héroe creado por Robert E. Howard en 1932 y recreado para el cómic por Marvel desde los años 70.

Conan se ha convertido en un icono de la cultura popular y si hablamos de metal ha tenido algo más que una influencia. Miren, sin ir más lejos, las portadas de los discos de Manowar. No hay mucho que añadir al respecto, creo. De una manera más tangencial, también noto su presencia en este cuadro lleno de lirismo y perversión. En él Roper nos retrata el tema de un título que homenajea el capítulo del pecado original, manzana incluida.

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