FUNK ROCK. Estamos ante el pelotazo más absoluto de la banda australiana. Un disco hecho a conciencia para impresionar. Riffs imborrables, un sonido bombástico y una interpretación por parte de Michael Hutchence para la historia.
Me gustaría pararme en estos dos últimos puntos. Lo de la producción es digno de estudio. Cómo un disco, sonando tan de su época, con todos esos sonidos sintetizados, puede seguir explotando como un cañón tantos años después es algo que solo se explica por el finísimo Chris Thomas. Uno de sus secretos junto a la voz de un Michael Hutchence que aquí se multiplica por mil para certificar el que puede ser su mejor trabajo con sus compañeros. Aquí amplía la paleta de trucos y emoción para bordar tanto el rock como el rhythm & blues, el funk e incluso el soul.
Y es que así de amplio es el abanico estilístico que manejan INXS. Algo nada nuevo por otra parte. Y algo que puede sonar muy bonito a priori, pero que al final no saben manejar con la solvencia debida. Por eso, lejos de estar ante un clásico, lo que nos queda es una obra muy desequilibrada, como la distorsión crujiente que se permiten meter en un par de temas. Un álbum incapaz de hacernos salvar la grieta existente entre joyas como "New Sensation" o "Need You Tonight" y, digamos, "Calling All Nations", "Wild Life", "The Loved One", "Tiny Daggers"... Demasiadas como para pasarlas por alto.
Pero no me gustaría cerrar esta reseña con un mal sabor de boca. Por "Mystify", por "Devil Inside", por "Never Tear Us Apart" y porque cuando Kick suena, lo hace como ninguno. Que quede constancia.
★★★☆☆
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