The Firstborn Is Dead (Nick Cave & the Bad Seeds, 1985)
BLUES GÓTICO. El segundo es desde que salió otro clásico del Emperador de lo Oscuro. Un blues gótico algo más calmado que en su debut, pero con los ingredientes que siempre han caracterizado los mejores momentos del australiano. Se podría decir que con este disco se quita la careta y nos deja ver un rostro obsesionado hasta la náusea por ese sur norteamericano que siempre había sobrevolado todo lo que hacía, pero que aquí se muestra en todo su esplendor.
"Tupelo" ya lo anuncia, la tormenta se acerca. Susurros letales para desgranar historias de muerte y cuchillos con Elvis y su gemelo muerto al nacer como eje central. Pero no solo Elvis nos acerca al nuevo continente También está esa versión del "Wanted Man", que escribieran Dylan y Cash, con la que se lleva a su terreno una melodía amable y la convierte en el epítome de la tortura a través de un crescendo salvaje. Y no podemos olvidar, por supuesto, esa oda a todo un padre del blues como fue Blind Lemon Jefferson.
Demasiadas referencias como para obviar el hecho de que lo más negro de la Norteamérica profunda siempre ha habitado en el alma corrupta de nuestro héroe. Algo que sublimaría en su novela And the Ass Saw the Angel (1989). Gótico sureño, crimen y tragedia tiñen de negro un álbum imponente que apela a nuestro ser más profundo. Me lo dicta mi subconsciente. Aquí resuenan y tintinean las seis cuerdas que hacen sangrar.
★★★★☆
En cualquier caso es en este disco donde más me llegan los ecos de la tragedia de Euchrid Eucrow. Por los truenos, la América profunda, la tensión latente... Cosas que me enchufan directamente con un drama sureño donde la sangre y la religión se convierten en el foco y eje del relato.
Una novela que fue comparada muy favorablemente con las de todo un William Faulkner y que es la prueba fehaciente de que lo de Nicholas Edward Cave siempre ha tenido un componente literario que hay que tomarse muy en serio. ¿El próximo premio Nobel de literatura? Después de que Bob Dylan abriera la veda, ¿por qué no?
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