Star Time (James Brown, 1991) [RECOPILATORIO]
SOUL/FUNK. Todo el mundo ama a James Brown. Al menos la gente de bien, tampoco exageremos. Lo que no quita que admitamos que el Padrino del Soul, Mr. Dynamite, el workaholic del mundo del espectáculo, no tenga muchos de esos discos que llamamos redondos. En directo es otra cosa, ahí parte la pana, pero lo que es en el estudio me temo que, entre tanta repetición de temas y caos general, su discografía adolece de hitos memorables.
Un vacío que hace difícil adentrarse en su obra. Una obra extensísima que empieza en el rhythm & blues y acaba en el funk más duro del planeta para desalentar al más motivado. Una obra que está plagada de temazos incontestables, de esos que son escucha obligada para cualquiera. Y ahí es donde entra esta caja sabrosa y brutal. Una caja en la que nada sobra y todo tiene sentido. Un cofre del tesoro en el que se combinan las curiosidades y lo esencial con un conocimiento y una pertinencia que solo pueden surgir del amor más verdadero.
Por mucha mención que merezcan tanto la presentación como las inefables liner notes, obra del propio Brown y luminarias del mundillo, la música habla por sí misma en una obra esencial para cualquiera que pretenda conocer al genio de Carolina del Sur como merece. De verdad que aquí está, si no absolutamente todo lo esencial que el cantante produjo, sí todo lo que cualquiera necesita para conocerlo en profundidad.
Sus discos no son la panacea, generalmente, eso ya lo hemos dicho, pero es que, además, entre tanto éxito irrebatible, tanta versión extendida que no podíamos encontrar así de una pieza hasta ahora, tanta hipnosis, tanta punción raquídea al saxo y tanto groove, se hace impensable pensar siquiera que esto pueda tener algún defecto. Que los tiene, cómo no, pero qué insignificantes parecen una vez que estas casi cinco horas de música tórrida y celestial se apagan y volvemos a la triste y gris realidad. Escucha obligada, inmersión a pulmón, el mejor regalo que nos podían hacer de uno de los artistas más grandes del siglo XX.
★★★★★
Esta caja deja claras muchas cosas sobre James Brown. Tal vez por eso críticos como Robert Christgau la hayan nombrado el mejor box-set de la historia. Y lo hace dejando claro que no se refiere únicamente a su presentación ni a la calidad de sus liner notes. No, aquí lo que manda es una selección hecha con amor y un conocimiento de causa que solo puede venir de una relación muy íntima con estas canciones.
Por eso el cuadro que nos pinta Star Time es tan completo. No tanto porque rellene huecos que la extensísima discografía del artista no haya podido cubrir, que también tiene algo de eso. Más bien y sobre todo porque es un resumen amplio y jugoso de los cuatro tics que Brown ha elevado a la categoría de arte a base de repetirlos hasta la saciedad. Si escuchamos con atención veremos que no es tanto lo que el Padrino del Soul fabricó. Sus hallazgos rítmicos son inmensos, inconmensurables, pero no grandes en número.
Aquí podemos empaparnos de absolutamente todo lo que hizo grande a Mr. Dynamite. Cómo empezó con ese rhythm & blues implorante, pero no exento de una energía que supo canalizar hacia ese animal llamado funk que fue el que lo puso en un trono que nadie podrá arrebatarle. Un funk en el que ahondó con unas jams inimitables y que es el principal responsable de que Brown sea el padre biológico de cosas como el rap y casi diría que del punk (vean si no lo que tipejos como los MC5 dicen de él). Cosas sin las que no podríamos entender el mundo en el que vivimos hoy día. Para que se hagan una idea del nivel en el que estamos cuando intentamos tasar esta caja.
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