Blow by Blow (Jeff Beck, 1975)
JAZZ ROCK. Encerrar a Jeff Beck en las cuatro paredes del blues rock había sido un error por nuestra parte. Que el de Wallington poseía un talento que no se podía coartar era algo más que evidente por mucho que nos sorprendan sus devaneos con el jazz o el funk. Elementos ácidos que ponen de manifiesto lo variado de la dieta de un guitarrista que nunca disfrutó del éxito que merecía. Quizás porque tampoco lo buscó.
Y aquí no se puede decir que varíe en esa obsesión por ofrecer lo que le gusta sin atender a las demandas del mercado. Un disco instrumental de esta estatura nunca va a ser lo que se ofrezca en los restaurantes de comida rápida. Por mucho que podamos reconocernos en sus sonoridades acid jazz o en esas progresiones que me recuerdan al rock sureño de esos Allman Brothers, ya sin el bueno de Duane y comandados por el también enorme Dickey Betts.
A todo eso me suena un disco lleno de meandros, cataratas atronadoras y remansos más apacibles que el abrazo de tu madre. Un disco donde, eso también, el jazz fusión más canónico no me acaba de matar. Al menos no como esos números en los que el británico se arrima al blues para volver a destrozarnos. Tan solo intenten permanecer impasibles ante joyas de la sutileza de "Cause We've Ended As Lovers" o "Diamond Dust". Esta última con acompañamiento cinemático de cuerdas para llevarnos al éxtasis. Y sí, es mucho más jazz que otra cosa, pero para qué están las excepciones si no es para confirmar las reglas.
Las dos joyas inmarchitables en un álbum de fantasía que tampoco es para ponerse a diario.
★★★☆☆
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