FOLK MÁGICO. La Newsom, ajena a la palabra miedo, continúa su mayúsculo Ys (2006) con un álbum triple que se va a las dos horas largas. Apenas cuatro años después, nuestra arpista favorita demuestra que no ha estado ociosa y suelta un torrente de ideas que se desborda incontenible y salvaje. Una catarata que trata de domeñar por sí misma, ella produce, aunque sin desdeñar la ayuda de un ejército de músicos que dirige con maestría además de la colaboración de Jim O'Rourke y Noah Georgeson a las mezclas.
Colaboraciones necesarias para que un obrón de estas dimensiones llegue a buen puerto, cosa que hace muy a pesar de esa duración monstrenca que es todo un suicidio en este siglo XXI que no se caracteriza por la pausa y eso de poner los cinco sentidos en una cosa. Ni que decir tiene que este disco te exige precisamente eso. Por eso no va a haber mucha gente que se pare con él, pero por eso también puedo decir que Joanna paga con satisfacciones intensas y profundas cada minuto de nuestro valioso tiempo.
O eso me parece la mayor parte del tiempo que estos tres CDs necesitan para explicarse. Decir que vamos a zambullirnos en un océano de gozo durante toda su duración es simplemente mentira. Decir que cada sílaba y cada nota aquí te va a provocar el disfrute más intenso de tu vida es una utopía. Sí, Have One on Me es un disco difícil de escalar, pero a la vez, en todo su gigantismo, en todos sus detalles y sus preciosos parajes podemos deleitarnos ante uno de los talentos más originales y conmovedores del siglo XXI. Por eso, por mucho que le achaquemos, no podemos esquivarlo si pretendemos saber de qué va la cosa.
★★★☆☆
Xxx
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