jueves, 28 de noviembre de 2024

Reflejos submarinos

Underwater Moonlight (The Soft Boys, 1980)

 

POP PSICODÉLICO. He aquí la historia de un grupo maldito. Uno de esos que casi nadie conoce y que aún menos gente aprecia. Este era su segundo disco, un álbum con repercusión cero en las listas y en las conciencias de la época. "Llegaron en el momento equivocado", dicen ahora los analistas. Lo que queráis, pero lo único cierto es que la banda se disolvió tras esta joya de la que ahora sí que nos llega su fulgor. El primer monumento al pop de guitarras de todo un esteta como Robyn Hitchcock. A ese sí que lo conocemos más, ¿verdad? Pues si os digo que aquí es donde empezó todo, creo que, como mínimo, este disco merece una oportunidad. La que no tuvo cuando salió.

Otra historia de injusticia, de sordera y de dejadez. Ni la industria ni el público estuvieron a la altura. Hoy R.E.M. les rinde pleitesía, los Pixies no tienen cómo pagarles y todos esos que dicen hacer neopsicodelia tendrían que dedicarse a otra cosa sin los Soft Boys. Es demasiado flagrante, la verdad. La manera en la que cogieron de la Velvet, de los Byrds, de la psicodelia y de la new wave para fabricar una obra tan punzante, tan espacial y tan mágica como este disco me parece impresionante. La manera en la que suenan como los Zombies y al instante cambian a algo que podría haber hecho Devo, todo sin perder la compostura que les da una originalidad a prueba de bomba, de verdad que debería haberse percibido en cualquier época en la que a este disco le hubiese dado por salir.

Pero no fue así y ahora nos vemos en la obligación de restituirles un prestigio que nos parece tan evidente como la electricidad a chorro con la que nos electrocutan en "Old Pervert" o "Insanely Jealous", como las oleadas de krautrock sin filtrar que se derraman en "You'll Have to Go Sideways" y como los estribillos casi a lo Beach Boys de "Positive Vibrations" o "Underwater Moonlight". Unos cuantos momentazos tomados al azar de un disco plagado de psicodelia, pop y una actitud experimental que no sabemos cómo pudieron materializar ni mucho menos cómo nadie quiso entender.

★★★★☆

A1 I Wanna Destroy You 2:52 ✔
A2 Kingdom of Love 4:09
A3 Positive Vibrations 3:10
A4 I Got the Hots 4:43
A5 Insanely Jealous 4:15
B1 Tonight 3:43
B2 You'll Have to Go Sideways 2:56
B3 Old Pervert 3:52
B4 Queen of Eyes 1:59
B5 Underwater Moonlight 4:17

Total: 35:56

Los fogonazos de genio en este disco son demasiados como pasarlos por alto. Las influencias, zonas comunes y la herencia que manejaron y legaron los Soft Boys son sorprendentemente ricas y profusas. Tanto que es increíble lo poco que se les cita, pero me parece indudable que hay restos de Can, The Beach Boys, Pretenders y los Pink Floyd de Syd Barrett aquí. Que compartieron modus operandi desde la distancia con los Feelies (el nervio eléctrico de "Insanely Jealous of You" es más que revelador) y que gente como los Boo Radleys debían saber a qué jugaban los de Cambridge. 

Todos estos, unidos a las bandas mencionadas en la reseña, son solo un puñado de nombres cogidos casi al azar para tratar de explicar a qué saben unos debiluchos que, por el lado de la ironía, no podían haber escogido un nombre mejor.

✠✠✠

"Overwater Sunlight: The Outtakes" (The Soft Boys, 1980) [BOOTLEG]

 

POP PSICODÉLICO. He aquí la prueba del delito. El testimonio fehaciente de que las sesiones para su segundo y último disco en vida fueron algo imposible de olvidar. En estos diez descartes nos encontramos, no solo diez temas curiosos que dan fe del buen momento de la banda, sino lo que podría haber sido el tercer disco de los Soft Boys. Pero así, sin adiciones ni alteraciones, sin refinar ni maquillar. ¡Y vaya discazo nos habrían regalado!

Un discazo en el que siguen jugando con su idea de la psicodelia. Esa que les hace sonar a tantísimas cosas de las que ya he hablado en más de una ocasión. Cosas a las que se les suman o repiten los ecos de Syd Barret o Wire ("Strange") o incluso el anuncio de unos Mudhoney que no nos esperábamos en "Only the Stones Remain". Así de amplio y casi diría que ilimitado es el alcance de un grupo que logró verter sus filias a la perfección para engatusar a los más espabilados de toda una generación.

Que los de Cambridge no fueran una banda de masas no significa que no acabaran llegando al corazón de quien tenían que llegar. Es por eso precisamente que su legado pervive intacto en tantos artistas tan diferentes entre sí. Que fueran capaces de descartar un material como el que suena aquí me reafirma en mi idea. Visionarios sin lugar alguno para la más mínima duda.

★★★★

11 He's a Reptile 4:27
12 Vegetable Man 2:59 
13 Strange 2:59
  14 Only the Stones Remain 2:50
15 Where Are the Prawns? 6:04
16 Wey Wey Hep Uh Hole 3:31 
17 Dreams 4:37
18 Black Snake Diamond Rock 4:24
19 There's Nobody Like You 3:11
20  Song No. 4 4:35
 
Total: 39:43
 

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