jueves, 23 de enero de 2025

La Montaña Blanca

Kilimanjaro (The Teardrop Explodes, 1980)

 

POST-PUNK PSICODÉLICO. Aquí es donde el genial Julian Cope empezó a foguearse como músico de cierto renombre. Aunque ya había participado en diferentes proyectos, este fue el que lo puso en el foco. Entre otras bandas, estuvo en Crucial Three como bajista junto a Ian McCulloch (Echo & the Bunnymen) y Peter Wylie (The Mighty Wah!). Un proyecto que solo duró seis semanas y con el que no llegó a tocar en directo, pero que tiene su miga al contar con una alineación de la que salieron tres grupos de éxito.

Este es el disco de debut de The Teardrop Explodes, un experimento que trataba de encontrar nuevas vías de escape para la música que se estaba desarrollando más allá del ya más que superado punk rock. Un after-punk que seguía apostando por las guitarras disonantes y expresivas, las percusiones tribales y los bajos de presencia aplastante. Cosas todas que están aquí bien claritas, aunque más matizadas y disueltas en el auténtico secreto del sonido de los de Liverpool: un sonido de teclado único que hace que no sepas si está sonando o no y que es como un soplido o un susurro tan leve como malditamente omnipresente.

También habría que hacer hincapié en unas letras que, aunque lejos del misticismo y las conexiones atávicas de lo que escribiría Cope en solitario, muestran esas dosis de surrealismo y paisajismo onírico con el que el cantante de origen galés siempre ha trufado su escritura. Unas letras que, herméticas o no, siempre son sugerentes y casan de maravilla con el tono melódico de un álbum en el que la euforia que plantean se muestra salvajemente amordazada por unos nubarrones de oscuridad que no hacen sino hacerlo todo mucho más interesante.

Y buena culpa de todo esto, repito, la tiene un teclado que, aun siendo más sutil, puede remitirnos a ese Rattus Norvegicus (The Stranglers, 1977), y que nos anuncian en cierta forma el synthpop torcido de Talk Talk. Todo un discazo, por tanto, con sus meandros, sus referentes claros y una personalidad tan inimitable como imposible de pasar por alto. Joyita, señoras y señores, joyita incontestable.

★★★★☆

A1 Ha, Ha, I'm Drowning 2:53 ✔
A2 Sleeping Gas 3:45
A3 Treason 3:05
A4 Second Head 3:10
A5 Poppies in the Field 5:03
B1 Went Crazy 2:38
B2 Brave Boys Keep Their Promises 2:30
B3 Bouncing Babies 2:28
B4 Books 2:37
B5 Thief of Baghdad 3:09
B6 When I Dream 5:10

Total: 36:28

La verdad es que no sé qué pretenden con el título del álbum. Apelar a la montaña más alta de África es jugar claramente al despiste, aunque mucho del misterio que trae asociado la cumbre de Tanzania puede verse reflejado en los oscuros repliegues del disco.

Fuente: Tripadvisor

No sé, tal vez deberían haber tirado más bien por el Ben Nevis, la montaña más alta de Gran Bretaña. Desde sus mil y pico metros (cuatro veces menos que la altura del Kilimanjaro) podrían sugerir mejor el sonido tan británico del disco. Claro que tampoco tengo tan claro que la fría y lluviosa Escocia represente a la perfección lo que suena aquí. Un trasunto más caliente y borboteante de lo que nos esperábamos.

Por lo tanto, al final, puede que sí que les pille el truco en unas intenciones aviesas y casi arteras para acabar endosándonos carnaza para la reflexión tonta del día. ¿O habremos desentrañado los secretos más ocultos de la obra magna de Teardrop Explodes? Nunca lo sabremos. 

 

✠✠✠

 

"Ben Nevis" (The Teardrop Explodes, 1981) [BOOTLEG]

POST-PUNK PSICODÉLICO. He aquí el lazo perfecto para la historia primeriza de The Teardrop Explodes. ¿La única que importa? No sé si tanto, pero sí que es seguro la más interesante. Esa que va desde su formación a la edición de su maravilloso Kilimanjaro (1980). Un momento que no quedaría bien explicado sin estas caras B más el single "Reward", que pasa por ser su canción más exitosa.

Con este análisis de la vida oculta de Julian Cope y los suyos entre 1979 y 1981 creo que podremos hacernos una idea más exacta de lo que significó la música de una banda intensa, ninguneada como pocas, y que siempre tuvo mucho que decir. Julian Cope dejó esto más que claro con una apasionante carrera en solitario que tenía sus raíces en estas canciones hechas de sueños rotos y paisajes de pesadilla. Trazos informes que muestran el inmenso talento de unos músicos que supieron darle una vuelta de tuerca al post-punk hasta hacerlo algo a la vez masticable y utópico.

Manierismos sutiles y sinuosos que nos desvelan el lado oculto de una música popular que nunca como en esos años ochenta supo lidiar tan bien con lo experimental y lo comercial hasta el punto de poder sentarlos en la misma mesa. No hay nada como echar un vistazo a las radios y programas de televisión del momento. La música de masas todavía dejaba algo más que un resquicio para el riesgo y lo desviado. The Teardrop Explodes no lo aprovecharon al máximo, ni mucho menos, pero al menos nos dejaron una buena muestra de que otro mundo era posible. Desde luego, no tenemos con qué pagarles.

☆★★★★

  1.  Camera, Camera ✔
  2. Kirkby Workers Dream Fades ✔
  3. All I Am Is Loving You
  4. Read It Books ✔
  5. Use Me ✔
  6. Traison (c'est juste une histoire)
  7. Kilimanjaro ✔
  8. Reward ✔
  9. Strange House in the Snow

Total: 32 min.

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