
ROCK. El problema puede estar en que comprendamos o no la necesidad que tenía Wayne Kramer de sacar este disco, el cual vio la luz meses después de su fallecimiento. De ahí va a depender que nos empeñemos en verlo como el tercer disco de estudio de los sacrosantos MC5, cincuenta y tres años después de High Time (1971), o como un tributo más que merecido a la banda más incendiaria y letal que haya dado el rock and roll.
Y la cosa es que bien escuchado, creo que cualquier aproximación es válida y puede verse hasta recompensada. Al menos hasta casi la mitad de un artefacto que tampoco está pensado para satisfacer a todos. Ni siquiera para atraer nuevos adeptos. Un artefacto lleno de soul y groove que consigue recrear el espíritu del pasado de una manera diferente, si bien, como he dicho, solo en parte de su recorrido. Unas maneras más que loables que, problemón, cuando intentan ser demasiado modernas ("Blind Eye") hacen aguas por todos lados.
Ese es el mayor defecto de un disco que deja claro que Wayne Kramer todavía lo tenía, aunque no le daba para tanto como un álbum entero. Se afana con oficio en reverdecer los laureles, pero mucho me temo que tomado en su conjunto, como no puede ser de otra forma, Heavy Lifting es una despedida muy triste para esta bandaza (o lo que quedaba de ella). ¿Lo dejamos en homenaje sin más pretensiones? No sé, creo que a pesar de "Heavy Lifting", "Barbarians at the Gate", "Change, No Change" o "The Edge of the Switchblade", eso tampoco me vale.
★★☆☆☆
1 Heavy Lifting 3:20 feat. Tom Morello ✔
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