domingo, 21 de noviembre de 2010

Escucha al león

Van "The Man" Morrison. El abuelo. El león de Belfast. Artista entre artistas, genio incomparable y uno de los músicos fundamentales del siglo XX. Este coloso de la música popular debe su prestigio a unas dotes vocales únicas, una lírica certera y hermosa y un dominio compositivo insultante con el blues, el folk, el jazz y el soul como ingredientes de una música perdurable como pocas.


Empezó jovencito y ya sorprendió a propios y extraños con su etapa en Them. De inolvidable como mínimo se puede calificar el tema "Gloria" de esta época. Pocos son los artistas que no lo han versionado en alguna ocasión. Gente ilustre como The Doors o Patti Smith se cuentan entre los que lo han hecho. De todas formas, y aun siendo una etapa importante en su formación, no tiene nada que hacer si se la compara con su carrera en solitario. En concreto el periodo que va entre 1967 y 1974, tramo en el que entregó un rosario de joyas (casi) imposibles de superar.


Después de eso... pasó lo que suele ocurrir. El hombre que soñó con ser negro y reventó el panorama sin renunciar un ápice a su blancura engordó como un sapo y sus discos empezaron a ser cada vez menos relevantes. De vez en cuando se le escapaba algún detalle de genio, algún gesto de esos "del que tuvo..." pero ya nada sería lo mismo. Disfrutemos de esos añitos volcánicos y recordemos cuando lo veamos tan huraño como siempre y más gordo que nunca que es El Abuelo. Hay que perdonárselo todo.


3 Básicos

Astral Weeks (68) *****

El ciclo de canciones más fundamental del norirlandés. Un caldito reposado y humeante que cae a chorro como un flujo en proporciones de catarata. Esta obra maestrísima está pensada para abandonarse en su cadencia sonora, telúrica, inabarcable... SUPREMA.

Una copla: "Cyprus Avenue"


Moondance (70) *****

Segunda obra magistral consecutiva. El disco más disfrutable de Morrison en tanto en cuanto supera a su predecesor en concreción y jitazos. Canciones que enseñan a vivir y a componer. Un auténtico manual referencial para cualquiera que pretenda juntar dos notas y un dechado interpretativo de niveles ultraterrenos.

Una copla: "Caravan"


It's Too Late to Stop Now (74) ****1/2


Directo de directos, este disco caudaloso e imparable tiene varias virtudes. A destacar, el retrato impactante de un artista soberbio en la cúspide de su poder y la capacidad de mostrar las múltiples facetas de su música. Aquí podemos revolcarnos en rock sudoroso, jazz delicado y soul inflamado. En busca de un hartazgo que no llega. Ni siquiera nos saciamos con el final apabullante de ese "Cyprus Avenue" que sentencia a muerte a toda una legión de farsantes. Después de esto el resto del mundo se puede preguntar... ¿Para qué seguir?. Fue el más grande.

Una copla: "Gloria" (por eso de tenerla representada, porque aquí hay cada monumento...)


La mejor canción

Asunto espinoso (again) cuando hablamos de genios de este calibre. Entre los cientos de joyas que ha facturado el de Belfast es durísimo destacar una sobre el resto, pero a día de hoy, y no sin mis dudas, me quedo con "Tupelo Honey", la canción que abre la cara B del disco del mismo título. Con un tono nostálgico que Morrison explota como nadie, desgrana esta historia de alabanza por el ser amado. Con las dosis justas de melancolía y una tonelada de empuje vital. Si no mejor, sí que como los mejores momentos que nos ha mostrado en su carrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario