sábado, 19 de marzo de 2011

Tenerte a mi lado...

La zona sucia (Nacho Vegas, 2011)

CANCIÓN PROTESTA. Que a Nacho Vegas le va perder no es nuevo para nadie. Que se crece ante las dificultades, tampoco. Pues en 2011 sale desde esa zona sucia en la que tiene que adelantar a un buen puñado de coches mejor clasificados en la parrilla de salida. Sin ir más lejos, a cuatro discos anteriores como cuatro soles. Y hay otra dificultad añadida. El sabor de boca que dejó el anterior era cuando menos agridulce. Seguía contando con momentos memorables pero el conjunto podía considerarse lo más flojo del asturiano. Vamos, que este disco de 2011 se iba a mirar con lupa por parte de su sector más crítico. 

Y las noticias son buenas. No hay que esperar muchas vueltas para que esta obra se coloque en un lugar de privilegio. Las canciones suenan naturales, sencillas y están arregladas con el mimo habitual. Además, encontramos pocas cosas chirriantes en un disco triste, porque canta a la ruptura y a un pasado que fue feliz, y pausado, porque no tiene picos de intensidad eléctrica que otros poseen (excepción: la algo Bad Seeds, "El mercado de Sonora").

Puede que haya quien le quiera achacar cierta repetición en temáticas, sonidos y melodías. Yo a eso, en casos como este, lo llamo estilo propio. Queda claro que Nacho lo tiene y es algo que no ha surgido del azar. Es algo claramente trabajado y requetepensado. No, estas canciones no son fruto del azar. Esto tiene horas detrás. Y eso, por encima del fogonazo de inspiración instantánea, tiene mucho valor. El del artista que sabe que para vivir de esto hay que trabajar duro. O eso me parece a mí. Lo que parece claro es que temazos como "Cuando te canses de mí", "La gran broma final" o "Lo que comen las brujas" tienen la personalidad necesaria y el encanto natural para codearse con lo mejor de su discografía. Los que la conocemos bien sabemos que no es decir poco. Estos serían los tres temas que para mí sobresalen claramente del resto. Picos de emoción grandiosos que dejan las delicias del resto un poco más abajo.

Por último no querría dejar de señalar la atención especial que merecen los coros infantiles. Me encantan y están colocados con gusto y sabiduría. Son lo que más llama la atención de un disco repleto de acordeones y pianos, pero también de guitarras acústicas. La historia se repite, pero ¿podíamos esperar algo diferente del señor Vegas? Ni podemos, ni debemos… Y si me apuran, tampoco queremos. 

★★★

1 Cuando te canses de mí 3:38
2 La gran broma final 5:36
3 Incendios 3:36
4 Reloj sin manecillas 2:18
5 Taberneros 6:40
6 Perplejidad 3:23
7 La comedia humana 4:13
8 Lo que comen las brujas 3:21
9 Cosas que no hay que contar 5:04
10 El mercado de Sonora 3:51
Total: 41:40

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