domingo, 3 de julio de 2011

Lo llamo celebración

101 (Depeche Mode, 1989)

TECNOPOP. Seguir la estela de U2 puede ser peligroso y eso es lo que le echa en cara a Depeche en este proyecto que (aparentemente) fusila el concepto de Rattle & Hum (88) de los irlandeses. La verdad es que algo de eso hay y demostraría ser una constante en el futuro (véase Songs of Faith and Devotion (93) respecto a Achtung Baby (91) y su subsiguiente gira de conciertos).

Con el proyecto multimedia de U2 (película, disco y libro) comparte el multiformato y el aire faraónico del mismo aunque, para ser honestos, habría que hacer una sutil diferenciación. Mientras los irlandeses se escudaron en una supuesta y sospechosa vuelta a las raíces y a la tan manida y sobreestimada "autenticidad", los de Basildon se zambulleron en un retrato en directo del momento (dulce) que atravesaban. Un fiel reflejo de los directos de la época, auténticos rituales para las masas que los elevaron desde entonces a grupo de estadios masivo.

Las versiones son impecables traslaciones de sus discos al directo con especial presencia de "Music for the Masses" (1987), aunque sin olvidar sus clásicos primerizos (el formato doble da para mucho). Demasiado inmaculado y demasiado frío podría pensar el rockero de turno. La verdad es que poca carne y vísceras pueden encontrarse aquí, eso es innegable. Esto es una celebración pura y dura, sin concesiones a lo abstracto ni a la marcianada.

Por otro lado, las recreaciones fieles hacen que el disco funcione perfectamente como el recopilatorio definitivo de la época gloriosa pre-Violator (89), que también existió, y a la vez es el retrato de una banda que ha hecho de la exactitud mecánica su ethos y su seña de identidad.

Canciones hieráticas con personajes que son estatuas marmóreas con corazón y alma; sueños fríos y húmedos en edificios de vidrio y acero; Kraftwerk comprando flores para el cadáver de Marlene Dietrich... La vida con su caparazón de metal vista en una obra faraónica pero imprescindible. O al menos necesaria. O quizás no, porque al final no ofrece nada sustancial más allá de los discos de estudio. Me deja a medias, esa es la verdad, pero todo en este disco es tan gigantesco que acaba convenciendo.

★★★☆☆

A1 Pimpf 0:58
A2 Behind the Wheel 5:55
A3 Strangelove 4:49
A4 Something to Do 3:54
A5 Blasphemous Rumours 5:09
B1 Stripped 6:45
B2 Somebody 4:34
B3 The Things You Said 4:21
B4 Black Celebration 4:54
 
C1 Shake the Disease 5:10
C2 Pleasure Little Treasure 4:38
C3 People Are People 4:59
C4 A Question of Time 4:12
D1 Never Let Me Down Again 6:40
D2 Master and Servant 4:30
D3 Just Can't Get Enough 4:01
D4 Everything Counts 6:31
Total: 82:00

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